Salmos 108 - Biblia Reina Valera 1960 Petición de ayuda contra el enemigo (Sal. 57.7-11; 60.5-12) Cántico. Salmo de David. 1 Mi corazón está dispuesto, oh Dios; Cantaré y entonaré salmos; esta es mi gloria. 2 Despiértate, salterio y arpa; Despertaré al alba. 3 Te alabaré, oh Jehová, entre los pueblos; A ti cantaré salmos entre las naciones. 4 Porque más grande que los cielos es tu misericordia, Y hasta los cielos tu verdad. 5 Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios, Y sobre toda la tierra sea enaltecida tu gloria. 6 Para que sean librados tus amados, Salva con tu diestra y respóndeme. 7 Dios ha dicho en su santuario: Yo me alegraré; Repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot. 8 Mío es Galaad, mío es Manasés, Y Efraín es la fortaleza de mi cabeza; Judá es mi legislador. 9 Moab, la vasija para lavarme; Sobre Edom echaré mi calzado; Me regocijaré sobre Filistea. 10 ¿Quién me guiará a la ciudad fortificada? ¿Quién me guiará hasta Edom? 11 ¿No serás tú, oh Dios, que nos habías desechado, Y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos? 12 Danos socorro contra el adversario, Porque vana es la ayuda del hombre. 13 En Dios haremos proezas, Y él hollará a nuestros enemigos. |
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