Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre; Y arroyo que rebosa, la fuente de la sabiduría.
Las palabras sabias son como aguas profundas; la sabiduría fluye del sabio como un arroyo burbujeante.
La palabra humana es un agua profunda, un manantial surgente, una fuente de vida.
Las palabras del sabio son aguas profundas, Torrente caudaloso, manantial de sensatez.
Agua profunda son las palabras del hombre, arroyo desbordado, fuente de sabiduría.
Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre; y arroyo que rebosa, la fuente de la sabiduría.