Cuando viene el impío, viene también el menosprecio, Y con el deshonrador la afrenta.
Hacer el mal resulta en la vergüenza, y la conducta escandalosa trae desprecio.
La maldad atrae el desprecio, un comportamiento vergonzoso atrae las críticas.
A la desgracia sobreviene el desprecio, Y a la deshonra, la afrenta.
Cuando llega la maldad, llega el desprecio; a la torpeza va unida la vergüenza.
Cuando viene el impío, viene también el menosprecio, y con la deshonra, viene la afrenta.