La influencia de las fiestas paganas en nuestra sociedad actual es innegable, aunque muchas de estas celebraciones han sido adoptadas y adaptadas por diferentes culturas a lo largo de los siglos, es importante reflexionar sobre su origen y significado desde una perspectiva bíblica. La Biblia nos enseña que debemos ser conscientes de las influencias que nos rodean y discernir entre lo que es bueno y lo que es malo a los ojos de Dios. Pablo escribió en su carta a los Corintios: "Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica" (1 Corintios 10:23). En este sentido, debemos meditar si las fiestas paganas promueven valores y prácticas que están en armonía con los principios de la palabra de Dios, por tal razón es importante buscar la dirección de Dios y recordar que nuestras acciones y participaciones deben glorificarlo, en lugar de simplemente adoptar las celebraciones paganas sin cuestionar su trasfondo, debemos buscar formas de honrar y adorar a Dios de acuerdo con. La Biblia nos insta a no conformarnos con los patrones de este mundo, sino a renovar nuestra mente y vivir de acuerdo con la voluntad de Dios (Romanos 12:2). En resumen, es importante que los creyentes reflexionemos sobre las fiestas paganas desde una perspectiva bíblica, debemos ser conscientes de las influencias que nos rodean y buscar la voluntad de Dios en todo momento. Recordemos ser luz en medio de la oscuridad y usar las oportunidades para compartir el amor y el mensaje de salvación con aquellos que nos rodean.
Haré cesar todo su gozo, sus fiestas, sus nuevas lunas y sus días de reposo, y todas sus festividades.
Habla a los hijos de Israel y diles: Las fiestas solemnes de Jehová, las cuales proclamaréis como santas convocaciones, serán estas: Seis días se trabajará, mas el séptimo día será de reposo, santa convocación; ningún trabajo haréis; día de reposo es de Jehová en dondequiera que habitéis.
y hagáis ofrenda encendida a Jehová, holocausto, o sacrificio, por especial voto, o de vuestra voluntad, o para ofrecer en vuestras fiestas solemnes olor grato a Jehová, de vacas o de ovejas;
Estas cosas ofreceréis a Jehová en vuestras fiestas solemnes, además de vuestros votos, y de vuestras ofrendas voluntarias, para vuestros holocaustos, y para vuestras ofrendas, y para vuestras libaciones, y para vuestras ofrendas de paz.
Y te alegrarás en tus fiestas solemnes, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, y el levita, el extranjero, el huérfano y la viuda que viven en tus poblaciones.
además de esto, el holocausto continuo, las nuevas lunas, y todas las fiestas solemnes de Jehová, y todo sacrificio espontáneo, toda ofrenda voluntaria a Jehová.
No me traigáis más vana ofrenda; el incienso me es abominación; luna nueva y día de reposo, el convocar asambleas, no lo puedo sufrir; son iniquidad vuestras fiestas solemnes.
Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes las tiene aborrecidas mi alma; me son gravosas; cansado estoy de soportarlas.
¡Ay de Ariel, de Ariel, ciudad donde habitó David! Añadid un año a otro, las fiestas sigan su curso.
Mira a Sion, ciudad de nuestras fiestas solemnes; tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, tienda que no será desarmada, ni serán arrancadas sus estacas, ni ninguna de sus cuerdas será rota.
Las calzadas de Sion tienen luto, porque no hay quien venga a las fiestas solemnes; Todas sus puertas están asoladas, sus sacerdotes gimen, Sus vírgenes están afligidas, y ella tiene amargura.
Como las ovejas consagradas, como las ovejas de Jerusalén en sus fiestas solemnes, así las ciudades desiertas serán llenas de rebaños de hombres; y sabrán que yo soy Jehová.
En los casos de pleito ellos estarán para juzgar; conforme a mis juicios juzgarán; y mis leyes y mis decretos guardarán en todas mis fiestas solemnes, y santificarán mis días de reposo.
Y cambiaré vuestras fiestas en lloro, y todos vuestros cantares en lamentaciones; y haré poner cilicio sobre todo lomo, y que se rape toda cabeza; y la volveré como en llanto de unigénito, y su postrimería como día amargo.