Marcos 13 - La Biblia Textual 3a Edicion1 Y saliendo del templo, le dice uno de sus discípulos: Maestro, ¡mira qué piedras y qué edificios! 2 Y Jesús le dijo: ¿Ves estos grandes edificios? De ningún modo quedará aquí° piedra sobre piedra que no sea totalmente derribada. 3 Y sentándose en el monte de los Olivos, frente al templo, Pedro, Jacobo, Juan y Andrés le preguntaban en privado: 4 Dinos, ¿cuándo será esto, y cuál será la señal de que todo esto esté a punto de cumplirse? 5 Entonces Jesús° comenzó a decirles: Mirad que nadie os engañe. 6 Muchos vendrán en mi nombre, diciendo: Yo soy; y engañarán a muchos. 7 Cuando oigáis guerras y rumores de guerras, no os alarméis, debe suceder, pero aún no es el fin. 8 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, y habrá terremotos en todas partes y habrá hambres.° Éstos son principios de dolores de parto. 9 Pero mirad por vosotros mismos: Os entregarán a los sanedrines y seréis azotados en las sinagogas, y compareceréis delante de gobernadores y de reyes por causa de mí, para testimonio a ellos. 10 Y el evangelio° tiene que ser proclamado antes a todas las gentes. 11 Y cuando os conduzcan para entregaros, no premeditéis qué vais a hablar,° sino lo que os sea dado en aquella hora, eso hablad, porque no sois vosotros quienes habláis, sino el Espíritu Santo.° 12 Y el hermano entregará a muerte al hermano, y el padre al hijo, y los hijos se rebelarán contra los padres y los matarán. 13 Y seréis aborrecidos por todos a causa de mi nombre, pero el que perseveró hasta el fin, éste será salvo.° 14 Por tanto, cuando veáis la abominación de la desolación° puesta° donde no debe ser (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea huyan a los montes, 15 el que esté en la azotea, no baje ni entre a recoger algo de su casa; 16 y el que va hacia el campo, no regrese a tomar su capa.° 17 ¡Ay de las que estén encintas y de las que estén amamantando en aquellos días! 18 Por tanto, orad que no sea en invierno, 19 porque aquellos días serán una tribulación° tal, cual no la ha habido desde el principio de la creación que Dios hizo, hasta ahora, ni jamás la habrá. 20 Y si el Señor no acortara° esos días, ninguna carne sería° salva, pero por causa de los escogidos que eligió, acortó aquellos días. 21 Y entonces, si alguien os dice: ¡Mira, aquí está el Mesías! ¡Mira, allí está!, no lo creáis. 22 Porque se levantarán falsos mesías y falsos profetas, y darán° señales y prodigios, a fin de extraviar, si fuera posible, a los escogidos. 23 Pero vosotros, estad alerta. Os lo he predicho todo. 24 En aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor,° 25 y las estrellas caerán del cielo,° y las potencias° en los cielos serán sacudidas. 26 Entonces verán al Hijo del Hombre viniendo en las nubes° con gran poder y gloria. 27 Entonces enviará a los ángeles y reunirá a los escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo. 28 De la higuera aprended la parábola: Cuando su rama está tierna y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. 29 Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. 30 De cierto os digo: De ningún modo pasará este linaje° hasta que sucedan todas estas cosas. 31 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. 32 Pero acerca de aquel día o de aquella hora, nadie lo sabe, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo,° sino el Padre.° 33 Estad alerta y velad,° porque no sabéis cuándo es el tiempo. 34 Es como un hombre que, saliendo de viaje, dejó su casa y dio la autoridad a sus siervos, a cada uno su trabajo, y ordenó al portero que velara.° 35 Por tanto, velad, pues no sabéis cuándo viene el señor de la casa: si al atardecer o a la medianoche, o al canto del gallo o en la madrugada, 36 no sea que llegando de repente, os halle durmiendo. 37 Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: ¡Velad! |
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