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Salmos 37 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Álef. De David. No te enojes por causa del impío ni envidies al autor de iniquidad,

2 pues presto como el heno languidecen y como la hierba verde se marchitan.

3 Bet. Confía en el Señor y obra bien: morarás en el país y de tu fidelidad tendrás contento.

4 Si en el Señor pones tu gozo, te dará él lo que pidan tus deseos.

5 Guímel. Deja al Señor tus suertes y abandónate a él, que él obrará.

6 Él pondrá en plena luz tu causa justa y en claror de mediodía, tus derechos:

7 Dálet. descansa en el Señor y espera en él. No te irrite el que triunfa en sus designios ni el que tiene por arte la asechanza.

8 He. Apacigua tu ira y no te enfades ni te enojes, quizá para hacer mal.

9 Serán abatidos los malvados y el que espera en el Señor tendrá el país.

10 Váu. Un poco, y el impío ya no existe; si oteas sus parajes, ya no está.

11 Los humildes, en cambio, heredan el país y gozan de todo bien.

12 Zain. Maquinan los impíos contra el justo y rechinan sus dientes contra él,

13 pero el Señor se ríe ante sus cuentas, viendo llegar su día.

14 Jet. Desenvainan la espada los impíos, tensan luego sus arcos, para abatir al pobre y desvalido y dar muerte a los justos.

15 Su espada se hundirá en su propio pecho, con sus arcos en trizas.

16 Tet. Vale más la migaja de los justos que las riquezas del impío.

17 Los brazos del impío se quebrantan, mientras hallan los justos sostén en el Señor.

18 Yod. Los días del perfecto él los conoce, su suerte es duradera.

19 En los tiempos infaustos no tendrá que avergonzarse, y en el día del hambre podrá gozar de hartura.

20 Kaf. Van, en cambio, a la ruina los impíos: como el verdor del campo fenecen los enemigos del Señor, disipándose en humo.

21 Lámed. Pide el malo prestado y no devuelve, mas el justo se apiada y hace dones.

22 Aquellos que él bendiga poseerán la tierra, los que él maldice serán exterminados.

23 Mem. El Señor afirma el paso del varón en cuyas sendas se complace.

24 No quedará postrado, aunque cayere, pues el Señor lo tiene de su mano.

25 Nun. Fui joven y he llegado a la vejez, y nunca vi al justo en desamparo ni a sus hijos mendigando el pan.

26 Siempre abierto a piedad, sabe prestar, y su estirpe es alabada.

27 Sámek. Apártate del mal y haz el bien, y tendrás morada duradera,

28 pues el Señor ama lo recto y no deja en la brecha a sus amigos. Ain. Mientras éstos perduran, la raza del impío es extirpada.

29 Los justos han de ser los herederos de la tierra, y habitarán en ella para siempre.

30 Pe. La boca del perfecto conversa sabiamente, su lengua habla lo justo;

31 lleva en su corazón la ley de Dios, y sus pasos no vacilan.

32 Sade. Al acecho del justo está el impío, buscando cómo pueda darle muerte;

33 mas el Señor no lo abandona a su poder ni deja que en el juicio lo condenen.

34 Qof. Espera en el Señor y guarda sus caminos, y él te encumbrará hasta la herencia de la tierra; podrás ver con tus ojos la ruina del impío.

35 Res. Vi al impío infundir miedo, expandirse como árbol floreciente;

36 pasé luego, y hallé que ya no estaba, lo busqué, mas ya no pude dar con él.

37 Sin. Conserva la inocencia y mira rectamente, pues hay un porvenir para el perfecto;

38 los culpables serán a una exterminados y su posteridad será extirpada.

39 Tau. El auxilio del justo es el Señor, su refugio en la hora del aprieto.

40 El Señor lo socorre y lo rescata, lo libra del impío y lo preserva, por haber buscado en él refugio.

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Biblia Version de Serafin Ausejo

Copyright © Serafín de Ausejo 1975.

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