Salmos 16 - Biblia Serafín de Ausejo 19751 Miktam. De David. Guárdame, Dios, pues en ti yo me refugio, 2 yo digo al Señor: 'Tú eres mi dueño, tú mi bien, y nada hay sobre ti'. 3 Ellos, en cambio, van con los santos de la tierra, con los potentes de todas sus querencias: 4 multiplican sus ídolos para correr en pos de ellos. Yo no quiero verter sus sangrientas libaciones, ni pronunciar sus nombres con mis labios. 5 La porción de mi herencia y de mi copa eres tú, oh Señor: tú eres el que cuida de mis suertes. 6 En delicias me cayeron las medidas y mi herencia me place. 7 Yo bendigo al Señor que me aconseja: pero aun mis entrañas me advierten en las noches. 8 Al Señor tengo yo siempre ante mis ojos: estando él a mi diestra jamás sucumbiré. 9 Por eso, se alegra mi corazón, mis entrañas exultan y mi cuerpo reposa en el seguro. 10 Tú, cierto, no abandonas mi vida al seol, no dejas a tu amado ver la fosa. 11 Tú me has dado a conocer caminos de vida: contigo, la alegría hasta la hartura; a tu diestra, delicias sempiternas. |
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