Salmos 128 - Biblia Serafín de Ausejo 19751 Canto gradual. Dichosos los que temen al Señor y van por sus caminos. 2 Cuando comes del fruto de tus manos dichoso tú y afortunado. 3 Tu mujer, como la parra fértil en los muros de tu casa; tus hijos, como vástagos de olivo en torno de tu mesa. 4 Tal es la recompensa del que teme al Señor. 5 Que el Señor te bendiga desde Sión, que contemples en bien Jerusalén todos los días de tu vida, 6 y que veas a los hijos de tus hijos. ¡La paz sobre Israel! |
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