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Marcos 14 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Dos días después eran la pascua y los ázimos. Los pontífices y los escribas andaban buscando cómo apresarlo con astucia y darle muerte.

2 Pero se decían: 'Durante la fiesta, no; no sea que haya algún motín del pueblo'.

3 Hallándose él en Betania, en casa de Simón el leproso, mientras estaba a la mesa, vino una mujer con un frasco de alabastro lleno de perfume de nardo auténtico muy caro; rompió el frasco y le derramó el perfume sobre la cabeza.

4 Había algunos que entre sí comentaban indignados: '¿A qué viene este derroche de perfume?

5 Pues podía haberse vendido este perfume por más de trescientos denarios y habérselos dado a los pobres'; y se lo recriminaban con términos muy severos.

6 Pero Jesús dijo: 'Dejadla. ¿Por qué la molestáis? Ha hecho conmigo una buena obra.

7 Porque a los pobres siempre los tenéis con vosotros, y cuando queráis les podéis hacer bien; pero a mí no me tendréis siempre.

8 Ella ha hecho lo que ha podido: se ha adelantado a ungir mi cuerpo para la sepultura.

9 Os lo aseguro: dondequiera que se predique el evangelio por todo el mundo, se hablará también, para recuerdo suyo, de lo que ella ha hecho'.

10 Entonces Judas Iscariote, uno de los Doce, se fue a ver a los pontífices con miras a entregárselo.

11 Ellos, al oírlo, se alegraron y prometieron darle dinero. Y él andaba buscando la ocasión oportuna para entregarlo.

12 El primer día de los ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dicen sus discípulos: '¿Dónde quieres que te preparemos la cena de la pascua?'.

13 Envía entonces a dos de sus discípulos y les dice: 'Id a la ciudad y os encontraréis con un hombre que lleva un cántaro de agua. Seguidlo;

14 y donde él entre, decid al dueño de la casa: 'El Maestro pregunta: ¿dónde está mi sala, en la que voy a comer la pascua con mis discípulos?'.

15 Él os mostrará una gran sala en el piso de arriba, arreglada ya con almohadones y dispuesta; preparádnosla allí'.

16 Se fueron, pues, los discípulos, llegaron a la ciudad, lo hallaron conforme les había dicho él y prepararon la pascua.

17 Al atardecer, llega con los Doce.

18 Y mientras estaban a la mesa comiendo, Jesús dijo: 'Os aseguro que uno de vosotros me entregará, uno que está comiendo conmigo'.

19 Ellos comenzaron a entristecerse y a preguntarle uno tras otro: '¿Acaso seré yo?'.

20 Pero él les respondió: 'Es uno de los Doce, el que moja conmigo en el [mismo] plato.

21 Porque el Hijo del hombre se va conforme está escrito de él; pero ¡ay de ese hombre por quien el Hijo del hombre va a ser entregado! Más le valiera a tal hombre no haber nacido'.

22 Y mientras estaban comiendo, tomó pan y, recitando la bendición, lo partió, se lo dio y dijo: 'Tomad; esto es mi cuerpo'.

23 Tomó luego una copa, y recitando la acción de gracias, se la dio, y bebieron todos de ella.

24 Y les dijo: 'Esto es mi sangre, la de la alianza, que va a ser derramada por todos.

25 Os aseguro que ya no beberé más del producto de la vid hasta aquel día en que lo beba nuevo en el reino de Dios'.

26 Y cantados los salmos, salieron hacia el monte de los Olivos.

27 Díceles Jesús: 'Todos quedaréis escandalizados, porque escrito está: Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas.

28 Pero, después que yo resucite, iré antes que vosotros a Galilea'.

29 Entonces le dijo Pedro: 'Aunque todos se escandalicen, yo no'.

30 Dícele Jesús: 'Yo te lo aseguro: hoy, en esta misma noche, antes de que el gallo cante la segunda vez, tres veces me habrás negado tú'.

31 Pero él repetía con insistencia: 'Aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré'. Y de la misma manera hablaban todos.

32 Llegan a una finca llamada Getsemaní, y dice a sus discípulos: 'Sentaos aquí, mientras yo voy a orar'.

33 Luego toma consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, y comenzó a sentir terror y angustia;

34 y les dice: 'Mi alma siente tristezas de muerte, quedaos aquí y velad'.

35 Y adelantándose un poco, se postró en tierra y oraba que, si era posible, se alejara de él aquella hora.

36 Y decía '¡Abbá! ¡Padre, todo te es posible: aparta de mí este cáliz! Pero no lo que yo quiero, sino lo que quieres tú'.

37 Vuelve luego y los encuentra durmiendo; y dice a Pedro: 'Simón, ¿estás durmiendo? ¿No pudiste velar una sola hora?

38 Velad y orad, para que no cedáis a la tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil'.

39 Y de nuevo se alejó y oró repitiendo las mismas palabras.

40 Cuando volvió, otra vez los encontró durmiendo, pues sus ojos estaban muy cargados de sueño; y no sabían qué responderle.

41 Vuelve por tercera vez y les dice: '¡Ya podéis dormir y descansar! ¡Se acabó! Llegó la hora; ya el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores.

42 Levantaos, vamos; ya se acerca el que me va aentregar'.

43 Y en aquel momento, mientras todavía estaba él hablando, se presenta Judas, uno de los Doce, acompañado de un tropel de gente con espadas y palos, mandados por los pontífices, los escribas y los ancianos.

44 El que lo iba a entregar les había dado una contraseña: 'Aquel a quien yo bese, ése es, prendedlo y llevadlo bien seguro'.

45 Y, apenas llegado, se acerca a él y le dice: '¡Rabbí!'. Y lo besó.

46 Ellos entonces le echaron mano y lo prendieron.

47 Pero uno de los presentes, sacando la espada, hirió al criado del sumo sacerdote y le amputó la oreja.

48 Entonces Jesús tomó la palabra y les dijo: '¿Como a un ladrón habéis salido con espadas y palos a prenderme?

49 Día tras día estaba yo ante vosotros en el templo enseñando y no me arrestasteis; pero se han de cumplir las Escrituras'.

50 Entonces, abandonándolo, huyeron todos.

51 Y un joven, llevando sólo una sábana sobre el cuerpo desnudo, iba siguiéndolo. Ellos le echan mano,

52 pero él, dejando la sábana, se escapó desnudo.

53 Condujeron entonces a Jesús a casa del sumo sacerdote y se reúnen todos los pontífices y los ancianos y los escribas.

54 Pedro lo siguió de lejos hasta dentro del patio del sumo sacerdote, donde se quedó sentado con los criados, calentándose a la lumbre.

55 Entre tanto, los pontífices y todo el sanedrín andaban buscando algún testimonio contra Jesús para darle muerte, pero no lo encontraban;

56 porque, aunque muchos testificaban falsamente contra él, los testimonios no concordaban.

57 Surgieron entonces algunos que testificaron falsamente contra él, diciendo:

58 'Nosotros le hemos oído decir: 'Yo destruiré este templo, hecho por manos humanas, y en tres días construiré otro, no hecho por manos humanas''.

59 Pero ni aun así concordaba su testimonio.

60 Entonces el sumo sacerdote se levantó ante la asamblea e interrogó a Jesús: '¿No respondes nada a lo que éstos testifican contra ti?'.

61 Pero él callaba y no respondía nada. De nuevo el sumo sacerdote le pregunta y le dice: '¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito?'.

62 Jesús respondió: 'Sí, lo soy; y veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del Poder y viniendo en las nubes del cielo'.

63 Entonces el sumo sacerdote, rasgando sus vestiduras, exclama: '¿Qué necesidad tenemos ya de testigos?

64 Acabáis de oír la blasfemia. ¿Qué os parece?'. Todos ellos sentenciaron que Jesús era reo de muerte.

65 Entonces algunos se pusieron a escupirle y a darle puñetazos, tapándole la cara, mientras le decían: '¡Haz de profeta!'. Y los criados la emprendieron con él a bofetadas.

66 Estando Pedro abajo, en el patio, llega una de las criadas del sumo sacerdote

67 y, al ver a Pedro, que se estaba calentando, lo mira atentamente y le dice: 'También tú andabas con el Nazareno, con Jesús'.

68 Pero él lo negó: 'Ni sé ni entiendo lo que tú estás diciendo'. Y se salió fuera, al vestíbulo.

69 La criada, mirándolo, comenzó otra vez a decir a los presentes: 'Ése es de ellos'.

70 Pero él lo seguía negando de nuevo. Poco después, los presentes volvieron a decirle a Pedro: 'Seguro que tú eres de ellos, pues también tú eres galileo'.

71 Pero él se puso a maldecir y a jurar: '¡Que no conozco a ese hombre del que estáis hablando!'.

72 En aquel momento cantó un gallo por segunda vez. Entonces recordó Pedro aquello que Jesús le había dicho: 'Antes que el gallo cante por segunda vez, tres veces me habrás negado tú'. Y rompió a llorar con grandes sollozos.

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Biblia Version de Serafin Ausejo

Copyright © Serafín de Ausejo 1975.

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