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Juan 12 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Seis días antes de la pascua llegó Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, al que Jesús había resucitado de entre los muertos.

2 Allí le prepararon una cena: Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaba a la mesa con él.

3 María, tomando una libra de perfume auténtico de nardo, de mucho precio, ungió los pies de Jesús y se los enjugó con los cabellos. La casa se llenó del aroma del perfume.

4 Dice Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar:

5 '¿Por qué no se ha vendido este perfume en trescientos denarios, para dárselos a los pobres?'.

6 Esto lo dijo no porque le preocuparan los pobres, sino porque era ladrón y, como estaba encargado de la bolsa, robaba de lo que se depositaba en ella.

7 Pero Jesús dijo: 'Déjala: que lo reserve para el día de mi sepultura.

8 Porque a los pobres siempre los tenéis con vosotros; pero a mí no me tenéis siempre'.

9 Gran multitud de judíos se enteró de que Jesús estaba allí y acudieron, no solamente por Jesús, sino también por ver a Lázaro, al que había resucitado de entre los muertos.

10 Determinaron entonces los pontífices matar también a Lázaro,

11 pues por su causa muchos judíos se apartaban de ellos y creían en Jesús.

12 Al día siguiente, la gran multitud que había llegado para la fiesta, al saber que Jesús se acercaba a Jerusalén,

13 tomaron ramas de palmera y salieron a su encuentro, gritando: '¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor: el rey de Israel!'.

14 Encontró Jesús un pollino y montó en él, conforme a lo que está escrito:

15 No temas, hija de Sión: mira que viene tu rey, montado en un pollino de un asna.

16 Sus discípulos al principio no lo comprendieron, pero cuando Jesús fue glorificado, entonces se acordaron de que esto estaba escrito acerca de él y que eso era precisamente lo que ellos le habían hecho.

17 La gente que había estado con él cuando llamó a Lázaro del sepulcro y lo resucitó de entre los muertos daba testimonio a su favor.

18 Y por eso salió la gente a su encuentro: porque oyeron que él había realizado esta señal.

19 Pero los fariseos se dijeron entre sí: '¡Ya estáis viendo que no adelantáis nada! ¡Mirad cómo todo el mundo se ha ido tras él!'.

20 Había allí, entre los que habían subido para adorar en la fiesta, un grupo de griegos.

21 Llegáronse éstos a Felipe, el de Betsaida de Galilea, y le dijeron: 'Señor, quisiéramos ver a Jesús'.

22 Va Felipe y se lo dice a Andrés; Andrés y Felipe se acercan y se lo dicen a Jesús.

23 Jesús les respondió: 'Ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser glorificado.

24 De verdad os lo aseguro: si el grano de trigo que cae en la tierra no muere queda él solo; pero, si muere, produce mucho fruto.

25 El que ama su vida la pierde y el que odia su vida en este mundo la conservará para vida eterna.

26 El que quiera servirme que me siga; y donde yo esté, allí estará también mi servidor. El que quiera servirme, será honrado por mi Padre'.

27 'Ahora mi alma se encuentra turbada. ¿Voy a decir: 'Padre, sálvame de esta hora?'. ¡Si precisamente para esto he llegado a esta hora!

28 ¡Padre, glorifica tu nombre!'. Una voz del cielo llegó entonces: 'Ya lo he glorificado y lo glorificaré de nuevo'.

29 Al oírla, la gente que allí estaba decía que había sido un trueno. Otros decían: 'Es que un ángel le ha hablado'.

30 Jesús respondió: 'No ha sido por mí por quien se ha dejado oír esta voz, sino por vosotros'.

31 'Éste es el momento de la condenación de este mundo; ahora el jefe de este mundo será arrojado fuera.

32 Y cuando a mí me levanten de la tierra en alto, atraeré a todos hacia mí.'

33 Esto lo decía para indicar de qué muerte iba a morir.

34 El pueblo le contestó: 'Nosotros hemos sabido por la ley que el Cristo permanece para siempre. ¿Y cómo dices tú que el Hijo del hombre tiene que ser levantado en alto? ¿Quién es ese Hijo del hombre?'.

35 Jesús les respondió: 'Todavía por un poco de tiempo estará entre vosotros la luz. Caminad mientras tenéis la luz, para que no os sorprendan las tinieblas, pues el que camina en las tinieblas no sabe adónde va.

36 Mientras tenéis la luz creed en la luz, para que seáis hijos de la luz'. Esto dijo Jesús. Luego se fue y se ocultó de su vista.

37 A pesar de haber realizado Jesús tantas señales en presencia de ellos, no creían en él.

38 Así se cumplía el oráculo que pronunció el profeta Isaías: Señor, ¿quién creyó en nuestro mensaje? ¿Y a quién se ha revelado el poder del Señor?

39 Por eso no podían creer, porque ya también dijo Isaías:

40 Les he cegado los ojos, y les ha embrutecido el corazón, para que no vean con los ojos, ni entiendan con el corazón, ni se conviertan, y yo no los sane.

41 Esto dijo Isaías, porque vio su gloria y habló de él.

42 Sin embargo, también de entre los jefes muchos creyeron en él; pero, por miedo a los fariseos, no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga.

43 Preferían la gloria de los hombres a la gloria de Dios.

44 Jesús exclamó: 'El que cree en mí, no cree en mí, sino en aquel que me ha enviado;

45 y el que me ve a mí, está viendo a aquel que me ha enviado.

46 Yo soy la luz, y he venido al mundo para que nadie que crea en mí quede en tinieblas.

47 Si alguno escucha mis palabras pero no las cumple, yo no lo condeno; porque no he venido a condenar al mundo, sino a salvarlo.

48 El que me rechaza y no recibe mis palabras tiene ya quien lo condene: la palabra que yo he anunciado, ésa lo condenará en el último día.

49 Porque yo no he hablado por mi cuenta, sino que el Padre que me ha enviado, él me ha dado el mandato de lo que tengo que decir y hablar.

50 Y yo sé bien que este mandato suyo es vida eterna. Por eso, las cosas que yo hablo, las hablo tal y como el Padre me las ha dicho'.

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Biblia Version de Serafin Ausejo

Copyright © Serafín de Ausejo 1975.

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