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Filipenses 4 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Así, pues, hermanos míos queridos y añorados, gozo y corona mía, permaneced así firmes en el Señor, queridos.

2 Tanto a Evodia como a Síntique, les exhorto a que tengan el mismo sentir en el Señor.

3 Y a ti te ruego, mi sincero Sízigo, que les ayudes, ya que ellas me asistieron en la lucha por el evangelio, junto con Clemente y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el Libro de la Vida.

4 Estad siempre alegres en el Señor, os lo repito: estad alegres.

5 Que vuestro mesurado comportamiento sea conocido de todos los hombres. El Señor está cerca.

6 No os afanéis por nada, sino que, en toda ocasión, en la oración y súplica, con acción de gracias, vuestras peticiones sean públicamente presentadas a Dios.

7 Y la paz de Dios, que está por encima de todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

8 En fin, hermanos, todo lo que hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, si hay alguna virtud o algo digno de alabanza, todo eso tenedlo como cosa propia.

9 Y lo que aprendisteis, recibisteis, oísteis y visteis en mí, llevadlo a la práctica y el Dios de la paz estará con vosotros.

10 Me he alegrado sobremanera en el Señor de que ya por fin haya florecido vuestro interés por mí. Porque es cierto que teníais estas aspiraciones; pero os faltaba oportunidad.

11 No hablo movido por mi escasez; pues he aprendido ya a valerme por mí mismo en cualquier situación.

12 Sé vivir en pobreza, y sé vivir en abundancia. En todas y cada una de las circunstancias estoy entrenado: en tener hartura y en pasar hambre, en tener de sobra y en padecer privaciones.

13 Todo lo puedo en aquel que me da fuerzas.

14 Sin embargo, hicisteis bien en tomar parte en mi tribulación.

15 También sabéis vosotros, filipenses, que en los comienzos del Evangelio, cuando salí de Macedonia, ninguna iglesia abrió conmigo cuentas de gastos e ingresos, sino sólo vosotros;

16 pues incluso a Tesalónica me enviasteis una y otra vez lo que me era necesario.

17 Y no es que yo busque donativos; lo que busco es que los intereses aumenten vuestra cuenta.

18 De todo acuso recibo y estoy en la abundancia; lleno estoy, después de haber recibido de manos de Epafrodito lo que me habéis mandado: calmante aroma, sacrificio aceptable que agrada a Dios.

19 En correspondencia, mi Dios colmará todas vuestras necesidades según su riqueza en la gloria, en Cristo Jesús.

20 A Dios, nuestro Padre, la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

21 Saludad a todos los miembros del pueblo santo en Cristo Jesús. Os saludan los hermanos que están conmigo.

22 Os saluda todo el pueblo santo, principalmente los de la casa del César.

23 La gracia del Señor Jesucristo sea con vuestro Espíritu.

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Biblia Version de Serafin Ausejo

Copyright © Serafín de Ausejo 1975.

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