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2 Crónicas 2 - Comentario Crítico y Explicativo Conciso vs Mundo Hispano

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2 Crónicas 2

LOS OBREROS DE SALOMON PARA EDIFICACION DEL TEMPLO.

1. Determinó pues Salomón edificar—El templo es el gran tema de esta historia, mientras que el palacio, aquí y en otras partes de este libro, se menciona sólo incidentalmente. El deber de construir el templo fué reservado para Salomón desde antes de su nacimiento. Tan pronto llegó a ser rey, se ocupó del trabajo, y el historiador, al proceder a dar un relato del edificio, empieza relatando los arreglos preliminares.

3-10. SU MENSAJE A HIRAM POR ARTESANOS.

3. envió a decir … a Hiram—La correspondencia de ambas partes probablemente se llevaba por escrito (v. 11; véase también 1 Reyes 5:8). como hiciste con David mi padre—Esto parece decidir la cuestión de si el Hiram entonces reinante en Tiro era el mismo que había sido amigo de David (véase 1 Reyes 5:1). Al emprender el negocio, Salomón basó su petición de la ayuda tiria sobre dos razones. (1). El templo que él se proponía edificar, tenía que ser edificio sólido y permanente, porque el culto había de continuar a perpetuidad, y por lo tanto los materiales empleados tenían que ser de la calidad más duradera. (2). Tenía que ser una estructura magnífica, porque había de ser dedicada al Dios que era más grande que todos los dioses; y, por esta razón, como podría parecer una idea presuntuosa levantar un edificio a un Ser a “quien los cielos y los cielos de los cielos no comprenden”, se explicó que el propósito de Salomón no era el de edificar una casa para que Dios habitase en ella, sino un templo en el cual su pueblo pudiera ofrecer sacrificios en su honor. Ningún lenguaje podría ser más humilde y más apropiado que éste. El tenor piadoso de sentimiento era tal que convenía a un rey de Israel.

7. Envíame pues ahora un hombre hábil, que sepa trabajar—No pedía albañiles y carpinteros; aquellos que David había conseguido (1 Crónicas 14:1) estaban probablemente todavía en Jerusalem, y habían enseñado a otros. Pero necesitaba a un maestro de obras: una persona capaz, como Bezaleel (Éxodo 35:31), de vigilar y dirigir todo departamento; porque, como la división de labor en aquel entonces era poco conocida u observada, un superintendente tenía que ser poseedor de talentos y experiencias. Las cosas especificadas en que él tendría que ser experto, se relacionan no con la edificación, sino con el moblaje del templo. El hierro, que no podía conseguirse en el desierto cuando fué edificado el tabernáculo, era ahora, por el tráfico con la costa, abundante y muy usado. Las telas para cortinas por los colores carmesí, escarlata y jacinto que son mencionadas, eran evidentemente aquellas telas por cuya manufactura y tintura eran famosos los tirios. El “esculpir” o grabar, probablemente incluía el bordado de figuras como querubines como también el esculpir en madera granadas y otros adornos.

8. Envíame también madera de cedro, etc.—El cedro y el ciprés eran estimados por ser raros y también duraderos; el algum, o almug (también una madera extranjera)—Versión Española “madera de brasil”—aunque no conseguida en el Líbano, se menciona como conseguida por intermedio de Hiram (véase 1 Reyes 10:11).

10. he aquí para los operarios … he dado veinte mil coros de trigo—De trigo, sin cáscara, hervido y empapado en manteca, se hace frecuentemente una comida para la gente trabajadora en Oriente (1 Reyes 5:11). No hay discrepancia entre aquel pasaje y éste. Las cantidades anuales de vino y aceite mencionadas en aquél, eran destinadas a la corte de Hiram en pago por los cedros enviados a Salomón; los artículos de comida y bebida mencionados aquí eran para los trabajadores en el Líbano.

11-18. LA CORTES CONTESTACION DE HIRAM.

11. Porque Jehová amó a su pueblo—Este lenguaje piadoso nos hace creer que Hiram había recibido algún conocimiento de la verdadera religión mediante su largo trato familiar con David. Pero esta presunción, por agradable que sea, puede ser ilusoría (véase 1 Reyes 5:7).

13, 14. te he enviado un hombre hábil—(véase 1 Reyes 7:13).

17, 18. contó Salomón todos los hombres extranjeros, etc.—(Véase 1 Reyes 5:13, 1 Reyes 5:18).


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2 Crónicas 2

2. La construcción del templo, 2:1-5:1

A pesar del esplendor material de Salomón demostrado en sus ejércitos, riqueza y posesiones materiales (1:14-17), no son estas cosas las de mayor importancia hoy, ni se supone que las fueran aun en los días del cronista. En la comunidad posexílica era el recuerdo del templo de Salomón el que despertaba más interés entre los israelitas. Este templo idealizado sería, después de todo, el lugar donde Dios el creador del universo sería adorado hasta la aparición del Mesías. Al llegar éste, el templo sería reemplazado por otro nuevo y mejor desde el cual el hombre podría acercarse a Dios sin impedimento alguno (comp. Joh 4:21 y Mat 27:51 y Joh 14:6). El cronista centra su atención en los preparativos para la construcción del templo.

Para los judíos que se encontraban viviendo aquellos días de gran expectativa en el 450 a. de J.C., la construcción del templo constituía una de las prioridades colectivas para el pueblo y su rey. Los ritos y las ceremonias que se llevaban a cabo en el altar indicaban una nueva relación entre Dios e Israel. La liturgia y la arquitectura del templo, así como el orden sacerdotal, apuntarían hacia la cruz del Calvario donde Cristo sería tanto el Cordero del sacrificio así como el Sumo Sacerdote (Heb 7:27; Heb 8:4-5; Heb 9:9-12), porque Dios, en la persona de Cristo, “se hizo carne y habitó entre nosotros” (Joh 1:14). En la proyección del éscaton (fin) y de la parusía (venida, aplicado a la segunda venida de Cristo), ese templo sería hecho teniendo en mente la glorificación del pueblo de Dios, cuando el Israel espiritual se encuentre en la presencia de Dios (Exo 24:18; Heb 9:24).

Es menester notar que el cronista dedica seis de sus nueve capítulos a la construcción del templo en Jerusalén. Este templo ya había sido diseñado por David (1 Crón. 22, 28, 29). A Salomón le correspondió organizar la fuerza laboral con la ayuda de Hiram, rey de Tiro (vv. 11, 12).

Hay algunas semejanzas en la construcción del tabernáculo y del templo: (1) Bezaleel y Salomón tuvieron la responsabilidad de los dos proyectos (Exo 35:30; 1Ch 28:6). (2) Ambos eran de la tribu de Judá. (3) Ambos recibieron el poder espiritual de Dios. (4) Ambos construyeron el altar de bronce (2Ch 1:5; 2Ch 4:1). (5) Ambos construyeron el mobiliario para el tabernáculo y el templo (éxo. 31; 2 Crón. 4). (6) Tanto el tabernáculo como el templo tenían un diseño específico que procedía de Dios (Exo 25:9; 1Ch 28:11-19). (7) El pueblo hizo entrega de ofrendas y obsequios sin presión alguna y generosamente (Exo 25:1-7; 1Ch 29:1-9). (8) Cuando ambas estructuras fueron concluidas, la gloria de Dios se manifestó esplendorosamente (Exo 40:34-35; 2Ch 7:1-3). Estas semejanzas y otras evidencias podrían reforzar las credenciales del origen divino de la inspiración del cronista.

(1) Las negociaciones de Salomón con Hiram,2Ch 2:1-10. Es incuestionable la valiosa contribución literaria de Salomón (Prov., Ecl., Cant.), pero su más célebre contribución sería la construcción del templo, expresado en la afirmación del cronista: Salomón se propuso construir una casa al nombre de Jehová (v. 1a); pero, poco se comenta sobre una casa real para sí (v. 1b). ¿Por qué? Quizá porque el cronista no quiere indicar que el centro de las actividades gubernamentales desde el palacio real podrían distraer la atención del pueblo en las actividades espirituales en torno al templo. ¿Sería esto señal de lo que Dios espera de su pueblo, haciendo que lo secular y personal estén supeditados a los intereses espirituales y colectivos de su reino?

Entonces reclutó (v. 2) a 153.600 cargadores canteros en la región montañosa y supervisores. Estos eran obreros de entre los extranjeros que residían en Israel, según lo había determinado David (1Ch 22:2). Salomón reclutó 30.000 israelitas para laborar en tres jornadas de 10.000 hombres cada una. Estos se turnarían cada tres meses (1Ki 5:13-14), de acuerdo con la práctica laboral egipcia que requería períodos de tres meses para solventar el problema causado por las inundaciones del Nilo.

Salomón decidió enviar una carta a Hiram, reclamando el mismo trato dispensado a David (v. 3). Tiro, la ciudad fenicia, se hallaba ubicada al sur de Sidón en la costa del Mediterráneo. Tiro se distinguía por su activo comercio portuario y por su industria naviera. Salomón aprovechó la ocasión de recibir una delegación fenicia que portaba una carta de implícita condolencia de Hiram por la muerte de David y para felicitarlo por su nuevo ascenso al trono de Israel (1Ki 5:1). No se debe entender que el envío del cedro a David estuviera relacionado con para que edificara para sí una casa en que habitar (3b). El cedro no era para el palacio sino para el templo (ver 1Ch 22:4, 1Ch 22:14).

Por un lado, la casa de Jehová tendría ciertas actividades como el quemar incienso aromático delante de él (v. 4), lo cual se hacía dos veces al día en el altar del incienso, según Exo 30:6-8. Por otro lado, Salomón se esmera en comunicar sus convicciones personales acerca de la persona de Dios, quien es más grande que todos los dioses (v. 5). Este es un testimonio vibrante que se desprende del corazón de un creyente preocupado por compartir su fe con otros. La respuesta de Hiram fue la prueba de que Salomón tuvo éxito en esta iniciativa (vv. 12-18).

No obstante, Salomón era consciente de que una casa hecha por manos de hombres jamás podría contener a Dios con toda su gloria (v. 6). En el hecho de la encarnación de Cristo (Joh 1:14) se confirma esta realidad. La gloria que había de manifestarse en el día de la dedicación del templo.

La técnica y la destreza fenicias todavía eran mejores que las de los israelitas en el campo de la arquitectura, como lo demuestran las excavaciones arqueológicas. Los cedros fragantes del Líbano eran famosos por todo el mundo antiguo, porque resistían el deterioro causado por el tiempo. El sándalo (v. 8), importado de Ofir (vv. 9, 10), era usado para trabajos ornamentales e instrumentos musicales (Joh 9:11; 1Ki 10:12).

El pago ofrecido por Salomón a Hiram era generoso: 20.000 coros de trigo (4.4 millones de litros), 20.000 coros de cebada, 20.000 batos (440.000 litros) y 20.000 batos de aceite (v. 10). Si se tomara en cuenta la narración de 1Ki 5:6, estas cifras parecerían exageradas, pero hay que notar que este dato estadístico se refiere solo a la casa real de Hiram y no, como en Crónicas, a un grupo más amplio de siervos fenicios encargados de cortar la madera. Es más, en 1 Reyes la entrega es anual y repetida, mientras que en Crónicas es un solo pago. Cualquier impresión de ser una suma exorbitante podría hallar justificación en la afirmación de Salomón: ...Porque el templo que voy a edificar ha de ser grande y maravilloso (v. 9). La referencia a las repetidas entregas de trigo (1Ki 5:11), indica que el tesoro del gobierno sí tenía una dura carga, sobre todo, cuando el rey se entregaba a sus proyectos privados de construcción (1Ki 9:10-11).

Tiro y su rey Tiro es una de las ciudades más antiguas. Está situada en la costa mediterránea no lejos de Sidón. La literatura de la antigüedad clásica cita la ciudad de Tiro (cf. La Ilíada VI 290 o XXIII 743, y La Odisea, 14, 84 y XXII, 424). El poeta latino Virgilio en su conocida obra La Eneida, la relaciona con Sidón, ciudad esta no lejos de Tiro. En la Biblia su primera mención se hace en Jos 19:29.

La ciudad de Tiro tenía fama por su industria de los metales. Por eso no es extraño que Salomón acudiera a su rey Hiram, para solicitarle la ayuda de un especialista en el trabajo con “oro, plata, bronce, hierro” (v. 7). Igualmente, Tiro es conocida por sus maestros en el trabajo con maderas nobles como el sándalo, el ciprés y el cedro.

Todo esto es lo que solicitó Salomón de Hiram. Hiram tenía sangre israelita porque su madre provenía de la tribu de Dan. Su padre era de Tiro (v. 14).

El nombre Hiram nos llega a través de la Vulgata. Empezó a reinar cuando tenía 19 años y permaneció 34 años (desde el 1023 al 990 a. de J.C.), murió a la edad de 53 años.

(2) La respuesta de Hiram, el pacto y los obreros,Jos 2:11-18. La respuesta de Hiram (vv. 11-16) incluye palabras de alabanza al Señor como !Bendito sea Jehová...! (v. 11). Esta afirmación ampliada no se registra en 1Ki 5:7. Se espera que un buen hombre de negocios, como lo era Hiram, no escatimara esfuerzo alguno en adular a un buen cliente, muy por sobre las connotaciones teológicas y doctrinales en su afirmación. (Convendría hacer referencia a la fraseología piadosa de Ciro en el 36:22.)

No debe confundirse el nombre de Hiramabi, como "Hiram mi padre", ya que su padre se llamaba Abibaal, sino como un administrador y consejero confiable, según Gen 45:8 y Jdg 17:10. Puesto que su madre era judía y su padre fenicio (v. 14a). Hiramabi no tendría problema ni con la cultura hebrea ni con el idioma. ¡Una buena lección para los esfuerzos misioneros entre étnicos en cualquier estrato social hoy! Hiramabi sabía trabajar en púrpura (v. 14b), teñidor de la púrpura real, de buena calidad y de alto costo.

Jope (v. 16), mencionado como punto de importancia en los documentos egipcios más antiguos, y en Jon 1:3, era el puerto de contacto mejor escogido para los casi 60 km. de recorrido por tierra hasta Jerusalén. Jonás había zarpado de este puerto en su viaje hacia Tarsis.

Los 3.600 supervisores (v. 18) eran parte de los 153.600 extranjeros que trabajaban. Más tarde, se añadirían a estos jefes de los oficiales otros 250 (Jon 8:10) haciendo un total de 3.850. El pasaje paralelo indica (1Ki 5:16) solo 3.300 oficiales; pero menciona un número de 550 (1Ki 9:23) lo cual da una cifra igual a 3.850. Quizá una de las razones se deba al hecho de que el autor de 1 Reyes no hace distinción entre extranjeros e israelitas.




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Comentario Bíblico Mundo Hispano

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