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Amós 2 - Comentario Popular de la Biblia de Kretzmann vs Mundo Hispano

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Amós 2

Amós 2:1

Así dice el Señor: Por tres pecados de Moab, la nación que ocupa la región al este del Mar Muerto, y por el cuarto, no desviaré su castigo, estando completamente decidido a Su manera de castigar a los Moabitas, porque quemó el los huesos del rey de Edom en cal, tomando venganza de los muertos quemando su cuerpo hasta convertirlo en polvo, un crimen que muestra una venganza casi increíble;

Amós 2:1-5

Contra Moab y Judá

Amós 2:2

pero enviaré fuego sobre Moab, y consumirá los palacios de Kiriot, la capital en el valle del Arnón; y Moab morirá, será derribado en la batalla, con alboroto, con gritos y con sonido de trompeta, en un ataque victorioso de parte de los enemigos;

Amós 2:3

y quitaré de en medio al juez, a todos los magistrados, y mataré a todos sus príncipes con él, dice Jehová, para que Moab deje de existir como nación. Esto sucedió en la época de las conquistas de Babilonia y Caldea.

Amós 2:4

Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Judá, y por cuatro, el reino del sur se nombra aquí para tener una lista completa de los países contiguos a Israel, no revocaré su castigo, negándome también aquí a cambiar Su decisión. , porque han despreciado la Ley del Señor y no han guardado sus mandamientos, la queja que es expresada por prácticamente todos los profetas, y sus mentiras los hicieron errar, sus ídolos los condujeron a toda clase de necedades y pecados, después de lo cual sus padres han caminado, porque la idolatría se ha practicado en el país casi continuamente, en secreto, si no abiertamente;

Amós 2:5

pero enviaré fuego sobre Judá, y consumirá los palacios de Jerusalén. Aquí era cierto, como dice la máxima, que una persona es juzgada correctamente por la compañía que mantiene y puede verse obligada a compartir la suerte de sus amigos.

Amós 2:6

Así dice el Señor, volviéndose ahora por fin al pueblo del reino del norte entre los cuales Amós estaba trabajando: Por tres pecados de Israel, y por el cuarto, no revocaré su castigo, literalmente, "no lo revocaré, ". porque vendieron a los justos por plata y a los pobres por un par de zapatos, es decir, por la injusta condenación de personas inocentes cuando fueron llevados ante el tribunal, siendo los jueces culpables de soborno desvergonzado en detrimento de la justicia;

Amós 2:6-16

Contra israel

Amós 2:7

que jadean tras el polvo de la tierra sobre la cabeza de los pobres, oprimiendo a los pobres tan severamente que estos últimos, en su miseria, muestran su dolor colocándose polvo sobre sus cabezas. Job 2:12 , y desvíe el camino de los mansos, poniendo obstáculos en su camino, haciéndolos tropezar y caer; y un hombre y su padre entrarán a la misma doncella, en un exceso de lascivia desvergonzada, que se consideraba al nivel del incesto, para profanar Mi santo nombre, porque tales pecados trajeron deshonra sobre el nombre del Dios que había elegido a Israel como su pueblo;

Amós 2:8

y se echaron sobre ropas, prenda superior de los pobres, puesta en prenda junto a cada altar, aunque la Ley exigía que tales prendas se devolvieran por la tarde, porque las vestiduras también servían de Éxodo 22:25 noche, Cf Éxodo 22:25 ; Deuteronomio 24:12 , y beben el vino de los condenados, comprado con el dinero obtenido de los pobres por la opresión, en la casa de su dios, siendo lo suficientemente descarados para hacer esto en el mismo Santuario, en los lugares que , después de todo, originalmente fueron concebidos como altares consagrados a Jehová.

Amós 2:9

Sin embargo, yo destruí al amorreo delante de ellos, cuando Josué los derrotó en la batalla. Números 21:24 ; Deuteronomio 2:31 , cuya altura era como la altura de los cedros, y fuerte como las encinas, pueblo poderoso; sin embargo, destruí su fruto desde arriba y sus raíces desde abajo, reteniendo la imagen de un árbol poderoso para hacer más vívido el hecho de su aniquilación.

Amós 2:10

También os hice subir de la tierra de Egipto, por la liberación que los profetas señalan una y otra vez, Éxodo 12:51 , y os Éxodo 12:51cuarenta años por el desierto para poseer la tierra del amorreo, porque así toda la tierra de Canaán podría llamarse apropiadamente, por haber estado en posesión de esta nación antes de la invasión hitita.

Amós 2:11

Y levanté de vuestros hijos por profetas, una distinción que evidentemente no habían apreciado, y de vuestros jóvenes por nazareos, siendo este también un favor especial que los israelitas habían despreciado. ¿No es así, hijos de Israel? dice el Señor. Ellos mismos, así desafiados, tendrían que admitir la veracidad de las acusaciones del Señor.

Amós 2:12

Pero vosotros disteis de beber vino a los nazareos, en contra del mandato del Señor, Cf Números 6:2 , y ordenasteis a los profetas, diciendo: No profeticéis; se negaron a escuchar las palabras que el Señor les dijo a través de sus siervos.

Amós 2:13

He aquí, estoy presionado debajo de ti, más bien, "He aquí, te presionaré". como se aprieta un carro lleno de gavillas, como un carro cargado de gavillas presiona el suelo debajo.

Amós 2:14

Por tanto, la huida perecerá del ligero, literalmente, "se pierde para el ligero", no tendrá tiempo de escapar, y el fuerte no fortalecerá su fuerza, ni el valiente se librará a sí mismo, toda su fuerza y ​​habilidad valdrían él nada;

Amós 2:15

Ni el que maneja el arco se resistirá, y el ligero de pies no se librará, toda su ligereza no valdrá para llevarlo a salvo; ni el que monta a caballo se librará a sí mismo, para no escapar.

Amós 2:16

Y el valiente entre los poderosos, entre los campeones del ejército, huirá desnudo en ese día, dejando atrás el manto con que el enemigo lo apresa, dice el Señor. Esta amenaza, que implica la destrucción del reino, se desarrolla con más detalle en el próximo capítulo.


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Amós 2

(6) Contra Moab por profanación de tumbas, 2:1-3. Este pueblo también provenía de los hijos de una hija de Lot (Gen 19:30-38). La profanación de tumbas, una gran falta de respeto por los muertos, era un pecado muy grave para los hebreos puesto que el hombre es creado a la imagen y semejanza de Dios. Aun los más paganos sabían que el respeto por los muertos era una costumbre universal. Doscientos cincuenta años antes de la época de Amós, los hombres de JabesGalaad hicieron un esfuerzo heroico para rescatar los cadáveres de Saúl y de sus hijos del muro de Betseán y darles una sepultura digna de jefes de estado (1Sa 31:8-13).

Así la descripción de los pecados de los seis pueblos que rodearon a Israel representan un cuadro terrible de la pasión humana sin freno que todavía se manifiesta en guerras, matanzas, esclavitud, genocidio, la violación de mujeres y otros crímenes que demuestran la crueldad del ser humano contra otros de su misma especie.

Los profetas, críticos de la sociedad

¿Cómo es que los israelitas pudieron cometer pecados tan terribles como los que describen los profetas y seguir pensando que eran buenos creyentes, sirviendo a Dios, guardando la ley, cumpliendo las normas éticas de Dios y los diez mandamientos? ¿Cómo es que hoy en día podemos vivir sin preocuparnos por los que viven, o más bien, existen y mueren en la peor pobreza? ¿Cómo es que no nos damos cuenta de nuestra culpa?

“Cuando los profetas acusan a Israel de idolatría, no se refieren solamente a la adoración de ídolos, sino también a la adivinización del poder y la riqueza… (Isa 31:1; Hos 8:14; Hos 10:13; Isa 2:7-8). El cuadro queda claro. La gente, el mismo pueblo de Dios, cree que anda bien, pero los profetas, aplicando las normas éticas de los diez mandamientos a la nueva situación, se dan cuenta de que los mismos ‘creyentes’ son culpables de idolatría, homicidio y robo que cometen por medio de sus decisiones económicas y políticas” (Marvin Breneman, “Los profetas, la justicia y la misión”, Misión 11, diciembre de 1984, p. 142.)

2. Sentencia contra Judá por abandonar la enseñanza clara de Dios,Isa 2:4-5

Puesto que Jerusalén era la ciudad del santuario, lugar escogido por Dios mismo (2 Sam. 7), su más grave pecado era despreciar la ley de Dios (torah H8451). Los sacerdotes del templo tenían la misión especial de enseñar las ordenanzas religiosas y morales al pueblo.

Amós dice que sus compatriotas no habían aprendido nada durante los 200 años que el templo había existido; todavía andaban en pos de los ídolos de Canaán que no eran más que mentiras. El pecado de Judá era desobediencia abierta a la enseñanza religiosa y moral que había recibido desde los días de Moisés. La palabra torah H8451procede de un verbo que significa “extender, trazar, instruir”. Estas enseñanzas de Dios se les había dado para ayudarles a organizar sus vidas, y para que supieran distinguir entre lo bueno y lo malo. Les ofrecía un “plan” alrededor del cual pudieran organizar sus vidas. Obedecer la ley no era una carga sino una bendición, porque eliminaba toda duda en cuanto a lo que era bueno o malo (Job 119:97-105).

Aunque algunos eruditos ponen en tela de juicio la autenticidad de este oráculo, no es lógico que Amós hablara solamente de los pecados del norte e hiciera caso omiso del pecado de Judá. El pecado de éstos no se cometió en ignorancia sino con pleno conocimiento de la ley de Jehová. Vea frases muy semejantes en Isa 5:24 y Jer 6:19.

Sin duda alguna los oyentes de Amós hubieran estado muy de acuerdo con estos oráculos, porque todos los antes mencionados eran enemigos de Israel. Seguramente pensaban: “¡Su castigo es bien merecido!” Pero Amós está a punto de traer el juicio contra ellos mismos. Es un mensaje que no quisieran oír.

3. Sentencia contra Israel por opresión, inmoralidad e injusticia,Jer 2:6-16

El pecado de los del norte era contra el amor de Dios. Se ve el contraste entre la misericordia de Dios y los crímenes sociales de un pueblo ingrato. Es la sección más extensa y detallada del sermón. El profeta se indigna por la falta de amor y gratitud por parte de gente que había recibido tanto de la mano de Dios. A partir de este momento comienza el tema fundamental de la predicación de Amós: la falta de justicia social y la opresión de los pobres e indefensos. él señala tres manifestaciones de este pecado tan cruel.

(1) La opresión de los pobres por los ricos. En el pasaje Deu 2:6-8 es imposible saber si se trata de la venta de sus compatriotas como esclavos o la compra de su propiedad hipotecada por una cantidad insignificante. En Rth 4:7 se ratifica la transferencia de una propiedad por medio de una acción simbólica utilizando el zapato (la sandalia) como instrumento probatorio. También podría significar que el sueldo del pobre por un mes de trabajo no llegaba al valor de un par de zapatos. Se ve que Amós tiene un sentido del humor irónico cuando dice que los ricos codician hasta el polvo de la tierra que está sobre la cabeza de los empobrecidos…

(2) La perversión de la justicia en los tribunales. Los pasajes de Amo 2:6-7; Amo 5:12 y 8:5, 6 se refieren a este problema. Los jueces sin escrúpulos cobraban las hipotecas de los pobres. Sus fincas no eran grandes y era fácil “pisotearlos” y dejarlos sin un lugar para pasar la noche. El pobre podía tener toda la razón, pero el juez siempre fallaba a favor del rico.

Esta forma de explotación de los pobres se describe de forma gráfica en el incidente de Acab y la viña de Nabot (2Ki 21:1-25). La justicia se aplicaba con un criterio para los ricos y con otro para los pobres. Ese fenómeno todavía existe en la actualidad.

(3) La inmoralidad abierta. Amós hace referencia, en 2:7 y 8, a varias prácticas insoportables. Era muy común que la educación sexual de los padres a sus hijos varones consistiera en llevarlos con una prostituta. Muy pocos jóvenes llegaban al matrimonio sin haber tenido una experiencia sexual. Esto constituía una violación al séptimo mandamiento. Aun más lamentable era que a veces se utilizaba una empleada doméstica para estos menesteres (ver Isa 3:12-15 sobre este problema).

Hay que entender 2:8 a la luz de Exo 22:26 y Deu 24:12-13. Era una obligación devolver, a la puesta del sol, la ropa tomada en prenda para que el pobre pudiese abrigarse contra el frío de la noche. Lejos de esto los ricos utilizaban la ropa tomada como prenda como alfombra en las celebraciones religiosas, tanto en los santuarios paganos como los de Dan y Betel. Este acto demostraba su total desdén hacia el pobre y hacia la enseñanza de Dios.

Además, los jueces en lugar de vender el vino confiscado para financiar gastos del templo, lo usaron como ofrenda a los dioses paganos. ¡Muy poco vale la ofrenda que no le cuesta nada a la persona que la da! El mensaje de Amós se dirigió a una generación que había divorciado la religión de la moralidad; estaba destinada a sufrir el juicio más severo de Dios.

Mientras los primeros siete oráculos dados contra las naciones demuestran el interés de Dios en las condiciones internacionales porque él es Dios de todas las naciones, los oráculos pronunciados contra Israel demuestran el interés de Dios en el pobre, en el indefenso. El mismo Dios que se interesa por la conducta de las naciones, se preocupa por la persona más humilde que es maltratada por los ricos y los poderosos. Véase Salmo 113, el cántico de Ana en 1 Samuel 2, el de María en Lucas 1 y el juicio a las naciones en Mateo 25 para ver este concepto desarrollado.

Amo 2:9-16 describe la falta de gratitud del pueblo por las bendiciones de Dios. No eran más que esclavos en Egipto destinados a desaparecer de la historia sin dejar rastro, y Dios los sacó de sus situación, los llevó por el desierto, y aún más, eliminó a sus enemigos para que pudieran establecerse en la tierra de Canaán. Es un mito pensar que los israelitas entraron en una tierra habitada por personas que eran incapaces de resistir su avance. Tuvieron que luchar por cada pedazo de tierra que ocuparon.

Después de esto Dios levantó profetas para enseñarles y nazareos para darles el ejemplo de una vida pura y consagrada a Dios. Lea Num 6:2 y Jdg 13:5 para entender los votos de los nazareos, de los cuales Sansón era uno (Jdg 13:1-5). Solamente Amós relaciona a los profetas y nazareos como llamados de Dios.

La traducción del v. 12 no es del todo clara, pero la idea es bien evidente. Israel será aplastado bajo el peso de su propio pecado. El pecado es como una carreta sobrecargada que deja huellas profundas cuando pasa. El pecado causa estrés, depresión y aun suicidio. Amós no señala a Asiria como instrumento de este juicio sobre el pecado pero dice claramente que ni los fuertes, ni los ligeros de pie, ni los valientes pueden escapar al juicio de Dios. Con este pensamiento termina uno de los sermones más grandes de la antigüedad.

El juicio de Dios sobre Israel en Amo 2:13-16 es duro. Las imágenes usadas son la derrota en la guerra y el exilio de los sobrevivientes. Aun el pueblo de Dios va a ser castigado, puesto que su conducta ha sido contraria a las enseñanzas de Dios. Su inmoralidad e injusticia social traerán sobre ellos el castigo merecido. Estas palabras llegaron a ser una realidad en su derrota total por parte de los asirios pocos años después de ser pronunciadas.

La oración de una mujer pobre

Tengo seis niños, tres varones y tres mujeres. Mi esposo no ha podido encontrar empleo por cinco años. Yo tampoco. Antes tenía unas pequeñas entradas vendiendo cosas en la calle, pero lo que vendía llegó a ser demasiado costoso para mí. Tengo muchos problemas.

No tenemos casa propia, así que tenemos que mudarnos frecuentemente. Ahora la casa donde estamos pertenece a una pariente que está en otra parte. Cuando ella vuelva tendrá que ocupar la casa y nosotros tendremos que ir a otro sitio. He pedido a Dios que me ayude a tener un lugar estable para mi familia, pero todavía estamos viviendo con otras personas.

Quisiera tener zapatos para mis hijos para que puedan ir a la escuela. Sin embargo, si pudieran ir hoy, probablemente no podrían ir mañana porque no puedo mantenerlos vestidos adecuadamente. Continúan creciendo, y su ropa y zapatos ya no les sirven. No puedo comprarles más.

Digo a Dios: “No sé por qué estoy sufriendo. ¿Por qué tengo tantos problemas?… Estoy en tus manos. Haz lo que quieras conmigo. No soy dueña de mis hijos. Tú me los has dado para que los cuide para ti. Señor, ¿qué voy a dar de comer hoy a tus hijos?”

Cuando mis hijos tienen una necesidad, ruego a Dios que me indique lo que debo hacer y me muestra distintas formas para resolverlo. Dios me da ideas.

Cuando oro a Dios me siento más fuerte. Tengo más amor y valor. Aun cuando tengo hambre y sed, si oro y canto me siento fuerte y tengo más fe en Dios. Entonces puedo decirle: “Señor, sea cual sea tu voluntad, la acepto”.




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Comentario Bíblico Mundo Hispano

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