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Zacarías 1 - Comentario Crítico y Explicativo Conciso vs Mundo Hispano

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Zacarías 1

CAPITULO 1

1-17. INTRODUCCION EXHORTATORIA AL ARREPENTIMIENTO. LAS VISIONES: (PRIMERA) El varón entre los mirtos: Explicación consoladora por el ángel, un estímulo a los judíos para edificar la ciudad y el templo: Los cuatro cuernos y los cuatro artesanos.

1. Véase la introducción.

2. Dios cumplió sus amenazas contra vuestros padres; guardaos, entonces, no sea que por desatender su voz por mí dada, como ellos hicieron en el caso de los antiguos profetas, vosotros sufráis como ellos sufrieron. El objeto especial que encara Zacarías, es que se despierten de su negligente egoísmo para obedecer el mandato de Dios de reedificar su templo (Hageo 1:4). Enojóse Jehová con ira—o bien, se desagradó con enojo, o sea vehementemente, con un desagrado no común, mostrado en la destrucción de la ciudad y en el cautiverio de los judíos.

3. Así ha dicho Jehová de los ejércitos—una frase frecuente en Hageo y Zacarías, que denota los infinitos recursos de Dios y su poder universal, como para inspirar a los judíos confianza para obrar. Volveos a mí … y yo me volveré—es decir, y entonces, como la segura consecuencia, “yo me volveré a vosotros” (Malaquías 3:7; Santiago 4:8; véase también Jeremias 3:12; Ezequiel 18:30; Miqueas 7:19). Aunque Dios os ha traído de vuelta de la cautividad, con todo, este estado no durará a menos que os convirtáis de veras. Dios tiene preparados azotes más pesados, y ha empezado a dar síntomas de desagrado (Calvino) (Hageo 1:6).

4. No seáis como vuestros padres—Los judíos se jactaban de sus padres; pero él les demuestra que sus padres fueron refractarios, y que ejemplo antiguo y costumbre vieja no justificarán la desobediencia (2 Crónicas 36:15). los primeros profetas—aquellos que vivieron antes de la cautividad. Agrava su culpa el hecho de que, no solamente tenían la ley, sino que a menudo habían sido llamados a arrepentimiento por los projetas de Dios.

5. Vuestros padres … y los profetas ¿han de vivir para siempre?—en contraste con “mis palabras” (v. 6), que “duran para siempre” (1 Pedro 1:25), “Vuestros padres han perecido, como fué predicho; y la muerte de ellos debería preveniros a vosotros. Pero vosotros diréis: Los profetas también son muertos. Concedido, pero no obstante eso, mis palabras no mueren: aunque muertos ellos, sus palabras proféticas de parte mía, cumplidas en contra de vuestros padres, no están muertas con ellos. Guardaos, entonces, no sea que participéis de la suerte de ellos.”

6. ordenanzas—mis propósitos eternos de castigar el pecado. que mandé a mis siervos—es decir, para anunciarlos a vuestros padres. ¿no alcanzaron a vuestros padres?—como el enemigo alcanza a uno que huye. se volvieron ellosvolviendo de su anterior engreimiento, reconocieron que su castigo era tal cual los profetas de Dios lo habían predicho. pensó tratarnos—eso es, decretó tratarnos. Véase con este versículo. Lamentaciones 2:17. nuestros caminos—caminos malos (Jeremias 4:18; Jeremias 17:10; Jeremias 23:2).

7. El plan general de las nueve visiones siguientes (Jeremias 1:8 hasta 6:15) es: primero presentar el símbolo, y luego, al hacerse la pregunta, añadir la interpretación Aunque las visiones son distintas, forman un gran todo, presentadas en una misma noche a la mente del profeta, dos o tres meses después de su primera comisión (v. 1). Sebath—el undécimo mes del año judío, desde la luna nueva de febrero hasta la luna nueva de marzo. El término es caldaico, y significa brote; es decir, es el mes cuando los arboles empiezan a brotar.

8. de noche—los judíos empiezan su día con la puesta del sol; por lo tanto, quiere decir la noche que precedió el día veinticuatro del mes (v. 7). un varón—Jehová, la segunda persona de la Trinidad, manifestado en forma de hombre, en señal de la encarnación; llamado “el ángel de Jehová” (vv. 11, 12), “Jehová el ángel del pacto” (Malaquías 3:1; Génesis 16:7, con el v. 13; Génesis 22:11 con el v. 12; Éxodo 3:2 con el v. 4). Siendo a la vez divino y humano, él debe ser Dios y hombre en una persona. que cabalgaba—lo que denota velocidad en ejecutar la voluntad de Dios en su providencia, apresurándose para socorrer a su pueblo. caballo bermejo—el color que representa derramamiento de sangre: lo que indica la venganza a ser infligida sobre los enemigos de Israel (véase 2 Reyes 3:22; Isaías 63:1; Apocalipsis 6:4); también ardiente celo. entre los mirtos—símbolo de la Iglesia Judía; no un imponente cedro, sino un humilde pero fragante mirto. Era su estado deprimido lo que daba desaliento a los judíos; esta visión está destinada para animarlos con mejores esperanzas. La presencia del increado ángel de Jehová de pie entre ellos (como el lugar de su morada, Salmo 122:14), es una garantía para la seguridad de ella, aun cuando ahora sea humilde. en la hondura—en un lugar bajo, o lecho de río; aludiendo a Babilonia, cerca de los ríos Eufrates y Tigris, el escenario de la cautividad de Judá. El mirto se deleita en los lugares bajos y en las márgenes de las aguas. (Pempellus.) Maurer traduce: de una raíz diferente: “en un lugar umbroso.” caballos bermejos—eso es, jinetes montados en caballos bermejos; los vv. 10, 11, confirman este punto de vista. overos, y blancos—los blancos denotan triunfo y victoria para Judá; los “overos” (“manchados”, de una raíz por entretejer), una combinación de los dos colores blanco y bermejo bayo (Moore), expresa un estado de cosas mezclado, en parte próspero, en parte de modo diferente (Henderson); o la conexión de la ira (que corresponde a “bermejo”) pronto a caer sobre los enemigos de los judíos, y del triunfo (correspondiente al “blanco”) para los mismos judíos en las disposiciones de Dios para con su pueblo. (Moore.) Unos ángeles (“los caballos bermejos”) ejercían oficios de venganza; otros (“los blancos”) los de gozo; otros (los “overos,” o “manchados”), los de un carácter mixto (véase 6:2, 3). Dios tiene ministros de toda clase para promover los intereses de su Iglesia.

9. el ángel que hablaba conmigo—no el “varón montado en el caballo bermejo,” como es evidente por el décimo versículo, donde él (el ángel divino) se distingue del “ángel que hablaba conmigo” (la frase usada en los vv. 13, 14; 2:3; 4:1, 4, 5; 5:5, 10; 6:4), o sea el ángel intérprete. El hebreo por “conmigo,” o “en mí” (Números 12:8) denota comunicación interna, íntima. (Jerónimo.) te enseñaré—revelaré tu visión mental.

10. “El ángel del pacto” aquí da la respuesta en vez del ángel intérprete, para significar que todas las comunicaciones dadas por medio del “ángel intérprete” vienen de aquél como su fuente de origen. Jehová ha enviado a recorrer la tierra—Si Satanás recorre de un lado para otro la tierra (lo que expresa actividad incansable) en su afán de perjudicar al pueblo de Dios (Job 1:7), el Señor envía otros ángeles “que recorran” con incesante actividad por todas partes, para contrarrestar los designios de Satanás, y defender a su pueblo (Salmo 34:7; Salmo 91:11; Salmo 103:20; Hebreos 1:14).

11. Los ángeles servidores informan al Señor de los ángeles que “toda la tierra está reposada y quieta.” El floreciente estado de la tierra pagana, mientras Judá estaba desolada y su templo aún no restaurado, es el poderoso argumento de la intercesión del Angel divino ante Dios el Padre, en el v. 12. Cuando Judá fué abatido al punto más bajo, y los paganos exaltados al más elevado, ya era tiempo para que Jehová obrara por su pueblo. reposada y quieta—mora en seguridad.

12. No solamente está en pie el Mesías entre su pueblo (entre los “mirtos,” v. 8), síno que intercede por ellos ante el Padre (Jehová de los ejércitos) efectivamente (v. 13; Hebreos 7:25). Véase Salmo 102:13; Isaías 62:6, como para la restauración de Judá en respuesta a la oración. respondió … y dijo—dijo a continuación del discurso; prosiguió diciendo. ¿hasta cuándo …—el pueblo del Mesías ora en forma similar a su Cabeza. Apocalipsis 6:10 : “¿ Hasta cuándo …?” Hasta aquí, era en vano rogar; pero ya que han transcurrido los años divinamente predeterminados (Versión de los Setenta, Jeremias 25:11; Jeremias 29:10), es hora de pedirte el cumplimiento de tu promesa, viendo que tu gracia no está aún plenamente manifestada, ni tu promesa cumplida. Las promesas de Dios no son para que nos hagamos perezosos, sino para avivar nuestras oraciones. Henderson, fechando los setenta años desde la destrucción de Jerusalén (año 588 a. de J. C.), supone que aun debían pasar dos años para cumplir los sententa (año 520).

13. Jehová—llamado “el ángel de Jehová” (v. 12). buenas palabras, palabras consolatorias—El tema de estas consoladoras palabras se halla en el v. 14, etc.; la promesa del restablecimiento pleno (Jeremias 29:10; véase Isaías 57:18; Oseas 11:8).

14. Clama—Proclama de modo que seas oído claramente por todos (Isaías 40:6; Isaías 58:1). Celé a Jerusalem—como un esposo celoso por su esposa, injuriada por otros. Así Jehová lo está, por Judá, quien ha sido injuriada desenfrenadamente por los paganos (Isaías 8:2; Números 25:11, Números 25:13; 1 Reyes 19:10; Joel 2:18).

15. con grande enojo estoy airado contra las gentes—en contraste con el “Porque yo estaba enojado un poco” con mi pueblo. El desagrado de Dios con su pueblo es temporario y para la corrección de ellos; pero con los opresores paganos, es final y fatal (Jeremias 30:11). Los instrumentos de Dios para castigar a su pueblo, los arroja al fuego cuando ya no los necesita más, están reposadas—carnalmente tranquilos. Una frase más fuerte que “está en reposo” (v. 11). Ellos están “en reposo,” pero yo estoy “grandemente disgustado” con ellos, y el reposo de ellos es maldito. Judá está en “aflicción,” pero yo la amo y estoy celoso por ella: ella tiene todas las razones para animarse a proseguir la obra del templo. ayudaron para el mal—afligiendo a mi pueblo más de lo que yo deseaba. Los gentiles buscaron la completa extinción de Judá para gratificar su propia ambición y venganza (Isaías 47:6; Ezequiel 25:3, Ezequiel 25:6; Abdías 1:10).

16. Yo me he tornado—aunque, airado, me había apartado de ella (Oseas 5:15). con miseraciones—no meramente de una clase, ni solamente una vez, sino repetidas misericordias. será edificada mi casa—la cual en este tiempo (el segundo año de Darío,Oseas 1:1) tenía solamente sus cimientos echados (Hageo 2:18). No fué completada sino en el sexto año de Darío (Esdras 6:15). la plomada—(Esdras 2:1; Job 38:5.) El cordel de medir para edificar, no apresuradamente, sino con medida regularidad. No solamente el templo, sino Jerusalén también había de ser reedificada (Nehemías 2:3, etc., véase 2:1, 2; también, en cuanto al futuro templo y la ciudad, Ezequiel 41:3; Ezequiel 42:1-Ezequiel 45:6).

17. Aun—aunque hasta aquí se halla en abyecta postración. mis ciudades—no solamente Jerusalén, sino las ciudades secundarias de Judá. Dios las reclama a todas como peculiarmente suyas, y por lo tanto las restaurará. Aun serán ensanchadas … por la abundancia del bien—rebosarán; metáfora tomada de un vaso o fuente que rebosa (véase Proverbios 5:16) (Pembellus.) Abundancia de frutos de la tierra, granos y vino y gran crecimiento de ciudadanos, es lo que se da a entender; y también la prosperidad espiritual. consolará Jehová a Sión—(Isaías 40:1 Isaías 40:2; Isaías 51:3) escogerá—(Isaías 2:12; Isaías 3:2; Isaías 14:1), quiere decir aquí: “demuestra por sus actos de misericordia que ha escogido.” Su inmutabel elección desde la eternidad es la fuente de donde fluyen todos los actos peculiares de amor.

18-21. LA SEGUNDA VISION. El poder de los enemigos de Judá será disipado.

18. cuatro cuernos—Para un pueblo pastoril como los judíos, los cuernos del más fuerte del rebaño sugerían, naturalmente, un símbolo de poder y de orgullo de fuerza consciente; y así como los poderosos imperios del mundo (Apocalipsis 17:3, Apocalipsis 17:12). El número cuatro en el tiempo de Zacarías se refiere a los cuatro puntos cardinales del horizonte. A dondequiera que se volvía el pueblo de Dios, allá habían de encontrar enemigos (Nehemías 4:7); el asirio, el caldeo y el samaritano en el norte; Egipto y Arabia hacia el sur; los filisteos en el oeste; Amón y Moab en el este. Pero el Espíritu en el profeta miraba más adelante, es decir, hacia los cuatro poderes mundiales, los únicos que habían o han de levantarse mientras el reinado del Mesías, el quinto, no derrote a todos los otros, y los absorba a su dominio universal. Sólo Babilonia y Medopersia se habían levantado hasta entonces. Pero pronto el reino grecomacedonio había de sucederle (como el 9:13 lo perdice), debiendo seguir el romano, el cuarto y último, bajo el cual nosotros vivimos (Daniel 2 y 7). El hecho de que se hable aquí de la reparación de los males causados a Judá y a Israel por los cuatro reinos, prueba que su cumplimiento cabal es aún futuro, y que solamente se da una señal de ello en la destrucción de los dos poderes mundiales que en el tiempo de Zacarías habían “dispersado” a Judá (Jeremias 51:2; Ezequiel 5:10, Ezequiel 5:12). Que solamente dos de los cuatro se habían levantado hasta entonces, es un argumento que no tiene peso para nosotros, ya que creemos que el Espíritu de Dios en los profetas miraba el futuro como presente: nosotros por lo tanto, no hemos de dejarnos guiar por los racionalistas que sobre tales bases niegan que la referencia aquí y en el 6:1 sea a los cuatro reinos mundiales.

19. Judá, a Israel—aunque algunos de las diez tribus de Israel volvieron de Babilonia con Judá, el retorno completo de aquéllas con esta tribu, está predicho, y debe ser aún futuro.

20. cuatro carpinteros—o mejor, “artífices.” De este modo se denomina a las varias instrumentalidades empleadas, o a ser empleadas, para quebrantar a los poderes “gentiles” que “dispersaron” a Judá. Porque para cada uno de los cuatro cuernos había un artífice hendidor para derribarlo. Para todo enemigo del pueblo de Dios, ha provisto Dios un poder neutralizador adecuado para destruirlo.

21. Estos son …—Más bien, “aquéllos son los cuernos que aventaron …” Se distinguen los cuernos de “los carpinteros,” u obreros destructores (hábiles para destruir, Éxodo 21:31), designados como “éstos” en la pregunta. ninguno alzó su cabeza—tan deprimidos estaban ellos con una pesada carga de males (Job 10:15). para hacerlos temblarpara infundir el terror en ellos (Ezequiel 30:9). alzaron el cuerno—en la arrogancia del poder consciente (Salmo 75:4), tiranizando sobre Judá (Ezequiel 34:21).


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Zacarías 1

I. MENSAJE A LOS QUE REEDIFICAN EL TEMPLO, 1:1-8:23

1. Un llamado al arrepentimiento, 1:1-6

Zacarías comienza su ministerio con la declaración de haber recibido palabra de Jehová en la fecha que hemos mencionado en la Introducción, luego de 18 años de la llegada del pueblo de su cautiverio.

El profeta posee una forma muy especial para introducir su mensaje a través de un llamado a la reflexión: Jehová se enojó en gran manera contra vuestros padres. En la mente de los oyentes estaban frescas todavía las escenas del cautiverio como recordatorio del pecado de sus padres. Los padres sufrieron el castigo de sus pecados porque defraudaron al Dios santo que siempre demandó santidad a su pueblo. Zacarías presenta a Dios con un carácter santo, quien, a pesar de amar a su pueblo, no tolera el pecado.

Después de la reflexión, prosigue con un llamado al arrepentimiento: Volveos a mí. Esta invitación fue usada también por el profeta Malaquías, y quizás era una fórmula profética muy común, pero pocas veces respondida. Volveos a mí posee una segunda parte que es una promesa divina: y yo me volveré a vosotros. Santiago, en el NT, expresó una idea semejante: “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros” (Jam 4:8), dándole a la invitación un carácter universal y permanente. El llamado de Dios está impregnado de amor y de restauración, y no hay otra persona más interesada en el arrepentimiento que el mismo Dios. Su voluntad es que el hombre viva en comunión con él, y al crear al hombre a su imagen y semejanza, lo capacitó para tener comunión con él. Sin embargo, aun teniendo la imagen y semejanza de Dios, el hombre voluntariamente y con pleno conocimiento ha elegido vivir fuera de esa comunión.

Por eso ellos se volvieron y dijeron: “Como Jehová de los Ejércitos se propuso hacernos, conforme a nuestros caminos y conforme a nuestras obras, así hizo con nosotros“. El profeta parece indicar dos actitudes distintas, la actitud de la mayoría, quienes habiendo escuchado el llamado de Dios al arrepentimiento nada hicieron por cambiar su actitud de rebeldía, mientras que en el v. 6 dice que se volvieron. Hay dos probabilidades de interpretación, una, que el remanente, luego de ver las consecuencias del mal vivir de los demás, decidió volver a Jehová. Otra probabilidad es que sea una expresión del pueblo que regresó del cautiverio; pudiera ser un dicho común de lamento y renovación entre el pueblo que estaba habitando nuevamente sus ciudades, y en especial de los habitantes de Jerusalén.

El último elemento de este mensaje introductorio es la enseñanza de Zacarías sobre la permanencia de los juicios del Señor contra la brevedad de la vida del ser humano, sea éste un pecador arrepentido o no. Murieron los padres, también murieron los profetas, pero sus profecías tuvieron fiel cumplimiento.

En un mensaje como éste nuestros ojos deben abrirse para ver la misericordia de Dios quien llama al arrepentimiento. Hay tres verdades que debemos recalcar todo el tiempo:

1) Dios no tolera el pecado. A pesar del amor de Dios por su creación él no puede, por su santidad, soportar el pecado de su pueblo y de la humanidad. El enojo de Dios está sobre el pecado. Esto se hace sobresalir por la repetición, en tres oportunidades, de la frase Jehová de los Ejércitos.

2) Dios llama a un verdadero arrepentimiento, con la promesa que él también se volverá al pecador arrepentido. La bendición más grande que el hombre puede tener es la de volver a disfrutar nuevamente de la comunión con su Creador. El hombre en armonía con su Creador es la finalidad de todo el mensaje bíblico. La palabra “volverse” (arrepentirse, en algunas versiones), en varias formas se usa en los vv. 3 y 6.

3) Dios afirma que su juicio es permanente. Todos los juicios enunciados por medio de los profetas se cumplieron tal como habían sido anunciados, y aquellos que faltan por cumplirse lo harán sin que falte ninguno.

2. Las visiones,Jam 1:7-6:8

Tres meses después del llamado al arrepentimiento, el profeta tuvo una serie de visiones aparentemente en la misma noche. Las visiones forman la estructura quiástica, es decir se corresponden la primera con la octava (caballos, Dios airado/contento), segunda con séptima (cuernos y artesanos/mujer en un canasto y mujeres aladas; además un vocabulario muy similar), tercera con sexta (la semejanza mayor está en el vocabulario, que se ha perdido en gran manera en la traducción al español) y cuarta con quinta (son las visiones centrales y por lo tanto principales, en donde las figuras de Josué, Zorobabel y el Retoño son preponderantes).

(1) Los exploradores, 1:7-17

a. Informe de los exploradores, 1:7-11. La primera de esta serie de visiones, que sucedieron una tras otra, tiene como finalidad levantar el ánimo del pueblo judío para reedificar la casa de Dios.

Los exploradores salen al mando de un hombre montado sobre un caballo rojo. Detrás de él hay otros montados en caballos rojos, bayos y blancos. La utilización de los caballos y sus respectivos jinetes es común en el lenguaje apocalíptico (Apoc. 6); el caballo era símbolo de poder, y según el color el significado se vuelve más intenso. El caballo rojo es símbolo de guerra, sangre, venganza y victoria. Isaías nos ilustra muy bien el uso del color rojo; Isa 63:1-6 presenta a Jehová que regresa de Edom con vestidura enrojecida; está salpicada con sangre de sus enemigos vencidos; ha hecho justicia con su pueblo castigando a sus opresores. En Isa 63:1c. Jehová dice: “Soy yo, que hablo justicia, grande para salvar”. Con esto en mente, notamos que el jinete del caballo rojo es un jinete guerrero y victorioso, y posiblemente lo podemos identificar como el mismo ángel de Jehová.

En el AT, el ángel de Jehová es, a su vez, identificado con la segunda persona de la Trinidad; la mayoría de los comentaristas bíblicos acepta esta interpretación. Siendo ésta nuestra postura, vemos que es Dios quien está dispuesto a defender a los suyos, dispuesto a obrar con justicia para salvar a su pueblo.

No hacía mucho tiempo que el pueblo de Israel había regresado del cautiverio. Sus ciudades fueron arrasadas y Jerusalén, la ciudad del rey, fue destruida por manos inicuas; fue un verdadero desastre nacional. Ahora reciben un mensaje de consuelo: el defensor del pueblo se ha levantado y está en la cañada para dar tranquilidad a un pueblo que se está acomodando en su tierra.

Varios significados se le han asignado al color de cada caballo, y no hay unanimidad de criterios. Muchos creen que estos colores son solamente una descripción periférica de lo más importante (ver el comentario sobre 6:1-8). Pero se puede adoptar una interpretación como la que sigue: Los caballos bayos, de un blanco amarillento, normalmente indican confusión e inestabilidad. Si lo comparamos con Rev 6:7, notamos que el caballo pálido estaba montado por la muerte misma. El cuadro se completa con la presencia de los caballos blancos que simbolizan un período de tranquilidad; eran usados por los ejércitos victoriosos para anunciar períodos de paz que vienen después de una guerra.

Con estos tres colores de caballos podemos concluir que Dios estaba dando un mensaje de fortaleza, infundiendo ánimo en su pueblo, asegurándoles que él, a través de su ángel, sigue de cerca los acontecimientos históricos. El Dios soberano y justo ha salido, pero no en son de paz. Está explorando a los enemigos de Israel, que aparentemente están viviendo un momento de tranquilidad, de reposo. Ese reposo será momentáneo; el Dios guerrero y victorioso se levantará contra ellos y los aplastará con su poder. Luego vendrá la confusión y la muerte sobre estos pueblos que abusaron del pueblo escogido de Dios. Jehová demostrará que su brazo es fuerte para salvar a su pueblo, para obrar con justicia sobre los pueblos que habían oprimido a Israel, lograr la victoria y establecer la paz nacional.

Es significativo, entonces, notar que el hombre montado sobre el caballo rojo está entre los mirtos (también es un simbolismo difícil de interpretar, sin embargo, se intenta un significado, que es generalmente aceptado). En Isa 55:13 notamos que los mirtos o los arrayanes son usados como símbolo de tranquilidad y prosperidad; “el mirto sustituirá a la espina”, es la bendición sobre la maldición, es la paz sobre la guerra. El pueblo puede estar confiado, tiempos de paz vendrán, y los enemigos serán juzgados y castigados.

El informe inicial de los exploradores aparentemente no representaba ningún consuelo para el pueblo de Israel. La tierra estaba quieta y reposada, las guerras habían terminado. Baez Camargo dice: “Probable alusión a la pacificación del imperio persa tras la rendición de los rebeldes que se habían alzado contra Darío. La fecha de este suceso aparece en la inscripción de la roca de Behistún, y coincide con ‘el segundo año de Darío, en el mes undécimo…, el día veinticuatro’”. (Comentario Arqueológico de la Biblia, pp. 210-211).

Aplicación a la vida

Dios ha sido siempre fiel a su justicia y misericordia. Lo ha demostrado de diferentes maneras. El hombre de cualquier condición, raza o color, al contrario actúa de manera diferente dándole la espalda a Dios.

El apóstol Pablo lo manifiesta en su carta a los Romanos en el capítulo 1 versículos 21 al 23. ¿Hasta cuándo el hombre seguirá haciendo esto?

b. El mensaje de consuelo para Sion,Isa 1:12-17. El informe de los exploradores es desanimador desde una perspectiva humana. De lo que pudieron observar en el cumplimiento de su misión ellos informaron que toda la tierra que habían recorrido estaba reposada y tranquila. Este panorama resultaba muy deprimente para el pueblo de Israel, que estaba esperando ansioso la venganza contra sus enemigos.

El ángel de Jehová pregunta hasta cuándo habrá de durar el período de prueba, o de castigo para el pueblo. No es que el pueblo continuara todavía bajo cautiverio, pero la restauración no se había completado todavía. Reconstruir el templo, el muro y las casas exigía un doble esfuerzo, una entrega total a la restauración. El pueblo estaba desanimado porque Dios aparentemente se había olvidado de ellos. Fueron 70 años de duro castigo. Ellos que siempre habían disfrutado de la piedad y de las misericordias de Dios, ahora están en la ruina. La tarea de reconstrucción no era fácil para un país agobiado por problemas internos, con una mala economía que apenas les permitía subsistir, y con problemas externos como los enemigos que rodeaban a esta nación. Todo esto dificultaba grandemente la reconstrucción.

En algunos países latinoamericanos se han sufrido graves terremotos. En Guatemala, después de muchos años de aquel terrible terremoto del 4 de febrero de 1976 que dejó sin casas a miles de personas, más de 23.000 muertos y muchos edificios destruidos o semidestruidos, todavía se pueden observar algunas secuelas de este desastre.

La visión presenta una escena llena de vivacidad; es el mismo ángel de Jehová quien le pregunta a Jehová de los ejércitos: …¿hasta cuando no tendrás compasión de Jerusalén y de las ciudades de Judá…? Y la respuesta viene en palabras buenas y palabras de consuelo.

Al profeta le es dado el encargo de proclamar a viva voz el mensaje de consuelo, las palabras buenas que proceden del corazón mismo de Dios como un esposo amante, como un padre que guarda un amor profundo por su pueblo: Tuve celo por Jerusalén. Pensar en el celo de Jehová por Jerusalén es pensar en el inmenso amor por toda la nación, que es representada por su capital.

Sigue: …y gran celo por Sion. Sion es el monte en donde se levantó el templo y llegó a simbolizar el centro religioso de Israel; comúnmente Jerusalén y Sion son tomadas como sinónimos. Para estos dos lugares hay palabras buenas y palabras de consuelo: serán reconstruidos con gloria.

El v. 15 muestra que el motivo del enojo de Dios contra las naciones que estaban en aparente reposo era el abuso de éstas al castigar a Israel. Dios utilizó a los imperios babilónico, asirio y persa para castigar a su pueblo, pero no les bastó conquistar a Jerusalén; se ensañaron contra los habitantes, la ciudad y el templo. La injusticia y la crueldad con que actuaron son motivos suficientes para provocar la ira de Dios. Dios siempre ha rechazado la injusticia y la crueldad que los poderosos han empleado para dominar a los débiles. Por amor a su pueblo él se levantará para hacer justicia, castigando a las naciones.

Esta es una verdad permanente: a Dios no le agrada la injusticia, la explotación, y mucho menos la opresión. ¡Ay de los hombres que explotan a sus semejantes aprovechándose de la debilidad de los pobres y de los indefensos!

En el v. 16a encontramos palabras de consuelo: …yo me he vuelto hacia Jerusalén con compasión. No hay razón para seguir en estado de depresión. Ha llegado el consuelo de Dios para satisfacer las dos necesidades más importantes de su pueblo, así como las de toda la humanidad: la necesidad espiritual y la necesidad material. El v. 16 dice: en ella será edificada mi casa. El monte de Sion será restaurado para ser nuevamente el centro de adoración, el lugar en donde la presencia de Dios se hará sentir al ser edificado nuevamente el templo. En el desierto los levitas conducían el tabernáculo como símbolo de la presencia misma de Dios. El rey David, al establecer a Jerusalén como la capital de su reino, fijó también un lugar para la edificación de un templo, pero no le fue concedida a él la oportunidad de la construcción, sino a su hijo Salomón. éste edificó un templo digno del Señor Jehová de los Ejércitos, pero los babilonios lo destruyeron en el año 586 a. de J.C., año en que se consumó el cautiverio total de los israelitas. Estuvieron fuera de su tierra aproximadamente 70 años, como castigo por su rebelión.

La segunda fase del consuelo es representada por el cordel que será tendido sobre Jerusalén, símbolo de la bendición que vendrá sobre los israelitas, y de que el Señor los prosperará (el cordel significa la demarcación y la toma de medidas para construir una casa). El cordel sugiere la idea de una prosperidad local, limitada; una prosperidad que llenará todas las aspiraciones de Israel.

El v. 17 concluye anunciando la abundancia para todas las ciudades de Israel, sin excepción. Las bendiciones divinas harán rebosar nuevamente las ciudades de Israel.

Cada frase de este mensaje de consuelo se cumplió a su debido tiempo. El templo fue reconstruido y terminado cuatro años más tarde; la ciudad fue reconstruida bajo el mando de Nehemías en el año 445 a. de J.C., y la prosperidad tocó nuevamente al pueblo de Israel. Esta relativa prosperidad se experimentó durante el tiempo de los macabeos en el 165 a. J.C.

Las palabras Proclama además (v. 17), anuncian las siguientes bendiciones particulares haciendo eco a las bendiciones anteriores, que podríamos llamar generales:

1) De nuevo se desbordarán mis ciudades por la abundancia del bien. Quizás recordando la época próspera y fructífera de David y Salomón. La abundancia del bien podríamos interpretarla como el favor inmensurable de Dios sobre un pueblo necesitado.

2) De nuevo consolará Jehová a Sion. Isa 40:1 (RVR-1960) dice: “Consolaos, consolaos pueblo mío, dice vuestro Dios”; en el NT Jesús dice: “Yo rogaré al Padre y os dará otro Consolador”.

Dios se ha caracterizado por ser un consolador por excelencia; la expresión conmueve por su ternura y su más alto sentido de compasión por un pueblo que agoniza en la miseria. La reconstrucción física y la recuperación económica parecen ir a pasos lentos, quizás hasta un estancamiento en el desarrollo nacional; ahora Dios el consolador afirma que de nuevo Sion será consolada.

3) Y escogerá [de nuevo] a Jerusalén. La elección es una de las doctrinas más hermosas de la Biblia; seguirá el Señor prefiriendo a Jerusalén. Es una confirmación del pacto, y la certeza de un Dios que no falla con sus promesas.

(2) Los cuernos y los herreros del juicio,Isa 1:18-21. La interpretación de esta visión resulta un poco difícil si procedemos con una interpretación literal en la identificación de los cuatro cuernos. Los cuernos simbolizan poder, autoridad y dominio. La pregunta es: ¿a qué imperios se está refiriendo el profeta? La idea generalmente aceptada por los expositores y comentaristas es que el número cuatro no hace referencia a imperios específicos, sino a la idea de una realización completa, dando a entender que Israel fue destruida completamente, desde los cuatro puntos cardinales. Como vimos en los versículos introductorios, Dios permitió que su pueblo fuera castigado por causa de su pecado, pero estos imperios representados por los cuatro cuernos no se limitaron a conquistar al pueblo de Israel. Su ambición de más poder los condujo a la destrucción total de Jerusalén y del templo. Los utensilios sagrados fueron objetos de botín, y pisotearon así lo más sagrado de Israel.

Sin embargo, de lo dicho también se podría identificar a cuatro posibles imperios que dispersaron a Israel: el primero en nuestra lista sería el imperio asirio, que en el año 722 a. de J.C. conquistó Samaria, y con ello destruyó al pueblo de Israel. El segundo sería Egipto, cuando el faraón Necao subió contra Asiria y el rey Josías se le interpuso en el camino. Josías fue herido y murió posteriormente en Jerusalén. Este fue un duro golpe en la historia del pueblo judío; Necao puso como rey a Joacim, y obligó al pueblo a pagarle tributos, pero la aventura de Necao no duró mucho tiempo, pues cayó en manos de Nabucodonosor en Carquemis. El tercer cuerno sería el imperio babilónico con Nabucodonosor al frente. Conquistó Jerusalén en el año 597 a. de J.C. y se apoderó de los tesoros del palacio real y del templo. El cuarto cuerno sería el imperio persa; aunque bajo este imperio los judíos logran su aparente libertad, consiguen regresar a su tierra y comenzar la reconstrucción.

La visión de los cuatro herreros que en seguida le fueron presentados al profeta podría representar la esperanza del pueblo judío, el consuelo que viene de un Dios quien no ha olvidado los sufrimientos de su pueblo. Representa a un Dios que tiene el poder suficiente para defender a su pueblo que fue víctima de humillación. Los cuatro herreros representan la reivindicación. En cierta forma también representan la reconstrucción. La RVR-1960 traduce “carpinteros” en vez de “herreros”, con lo cual da más la idea de reconstrucción. El Nuevo Comentario Bíblico al referirse a la visión de los cuatro carpinteros dice: “Representa la victoria del pueblo de Dios, la cual lograrían por medios pacíficos al responder al llamado y dedicarse a la obra de carpinteros en la construcción del templo” (p. 593).

Cada uno de estos imperios fue cayendo a manos de otros, se fue debilitando hasta desaparecer en forma definitiva, mientras que el pueblo de Israel permaneció y floreció nuevamente en tiempo de los macabeos. Aunque algunos no comparten este punto de vista, podemos también indicar que en la actualidad vemos a un pueblo de Israel que conserva su identidad y su tierra.

Zacarías nos pinta un mensaje consolador que se cumplió con la reconstrucción del templo y la nación, aunque lamentablemente el templo nunca logró alcanzar el esplendor que tuvo en el tiempo de Salomón, aunque su gloria fue mayor (Hag. 2:9). Sin embargo, debemos recordar que el Señor siempre cumple sus promesas.




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Comentario Bíblico Mundo Hispano

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