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Oseas 1 - Comentario Crítico y Explicativo Conciso vs Mundo Hispano

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Oseas 1

CAPITULO 1

EL ENCABEZAMIENTO. La fornicación espiritual de Israel, descrita por medio de actos simbólicos; Gomer tomada por esposa por mandato de Dios; Jezreel, Loruhama y Loammi, los hijos. Con todo, una promesa de la restauración de Judá e Israel.

1. Véase la Introducción. Jeroboam—el segundo; quien murió en el décimoquinto año de Uzzías, habiendo reinado cuarenta y un años. Desde su tiempo, todos los reyes de Israel públicamente adoraron a dioses falsos: Zacarías (2 Reyes 15:9), Manahem (2 Reyes 15:18), Pecaía (2 Reyes 15:24), Peca (2 Reyes 15:28), Oseas (2 Reyes 17:2). Como Israel prosperó más externamente bajo Jeroboam II, quien recuperó las posesiones capturadas por Siria, las profecías de Oseas referentes a su caída fué tanto más sorprendente, cuanto menos pudiera haber sido provista por la mera sagacidad humana. Jonás el profeta había prometido éxito a Jeroboam II, de parte de Dios, no por el mérito del rey, sino por la misericordia de Dios a Israel; así la costa de Israel fué restituída por Jeroboam II, desde la entrada de Amat, hasta el mar de la llanura (2 Reyes 14:23).

2. El principio—no de las predicciones generalmente dadas por el profeta, sino de aquellas habladas por Dios con Oseas. tómate una mujer fornicaria—no de acción externa, sino internamente y en visión, como una ilustración pictórica de la infidelidad de Israel. (Hengstenberg.) Véase Ezequiel 16:8, Ezequiel 16:15, etc. Además de lo repugnante de tal unión matrimonial, si fué un hecho externo, habrá requerido años para el nacimiento de los tres hijos, lo cual habría debilitado el simbolismo (Véase Ezequiel 4:4). Henderson objeta que no hay insinuación de que la transacción fuese un acto ficticio: Gomer cayó en la depravación después de su unión con Oseas, no antes; porque de este modo solamente fué ella un símbolo apropiado de Israel, quien cayó en fornicación espiritual después de su unión contraída con Dios sobre el Sinaí, y hecha aun antes en ocasión del llamamiento de los patriarcas de Israel. Gomer es llamada “una mujer fornicaria,” anticipadamente. hijos de fornicaciones—El reino colectivamente se mira como una madre; individualmente, los súbditos se consideran como hijos de ella. “Toma” por tener aplicación a él y a ellos, da a entender que se refiere a la misma cosa, vista bajo diferentes aspectos. Los “hijos” no fueron propios del profeta, sino nacidos de adulterio, y presentados a él como suyos. (Kitto, Enciclopedia Bíblica). Más bien, “hijos de fornicaciones” significa que los hijos, como su madre, cayeron en fornicación espiritual. “Le parió un hijo” (véase 2:4, 5). Siendo hijos de una adúltera espiritual, ellos naturalmente cayeron en los caminos adúlteros de ella.

3. Gomer hija de Diblaim—nombres simbólicos: literalmente, “cumplimiento,” hija de “Pasteles de uvas;” dualidad que indica la doble capa de lo cocido al horno. Así, una persona completamente abandonada a la sensualidad. Maurer explica “Gomer,” lit. “una brasa ardiendo.” Véase Proverbios 6:27, Proverbios 6:29, en cuanto a una adúltera; Job 31:9, Job 31:12.

4. Jezreel—Es decir, Dios esparcirá (véase Malaquías 10:9). Era la ciudad real de Acab y sus sucesores en la tribu de Isacar. Aquí Jehú realizó sus más grandes crueldades (2 Reyes 9:16, 2 Reyes 9:25, 2 Reyes 9:33; 2 Reyes 10:11, 2 Reyes 10:14, 2 Reyes 10:17). Hay en el nombre una alusión a “Israel” por el juego de letras y sonidos.

5. arco—la valentía (Jeremias 49:35; véase Génesis 49:24). el valle de Jezreel—más tarde llamado Esdraelón, que se extendía dieciséis kilómetros a lo ancho, y en longitud desde el Jordán hasta el Mediterráneo cerca del Monte Carmelo, el gran campo de batalla de Palestina (Jueces 6:33; 1 Samuel 29:1).

6. Lo-ruhamaNo un objeto de compasión ni de favor de gracia. los quitaré del todo—Israel como reino, nunca fué restaurado desde el cautiverio en Asiria, como lo fué Judá desde Babilonia, después de los setenta años. Maurer traduce de acuerdo con el primer significado: “No más tendré misericordia de la casa de Israel, a fin de perdonarlos.”

7. Judá se menciona sólo accidentalmente, para formar un contraste con Israel. en Jehová su Dios—más enfático que “en (o por) mí;” por aquel Jehová (mí) a quien ellos adoran como Dios suyo, mientras que vosotros lo despreciáis a él. no … con arco—en el cual vosotros los israelitas confiáis (v. 5, “el arco de Israel”); Jeroboam II fué famoso como guerrero (2 Reyes 14:25). Sin embargo, no por el poder guerrero de él. Jehová salvaría a Judá (1 Samuel 17:47; Salmo 20:7). La liberación de Jerusalén del poder de Senaquerib (2 Reyes 19:35), y el retorno desde Babilonia, se predicen aquí.

8. destetado—dicho para completar el cuadro simbólico, sin tener ningún significado especial para Israel. (Hengstenberg.) Israel fué privado de todos sus privilegios, los cuales le eran tan necesarios como la leche a los recién nacidos (Salmo 131:2; 1 Pedro 2:2). (Vatablo.) Israel no fué arrojado repentinamente, sino en forma gradual; Dios trató con ellos con longanimidad, hasta que se pusieron incurables. (Calvino.) Pero como no era Dios, sino Gomer, quien destetaba a Loruhama, el destetamiento puede que indique la lujuria de Gomer, quien apenas hubo destetado cuando se halló otra vez en cinta. (Manger.)

9. Lo-ammi—una vez “mi pueblo,” pero en adelante no lo seréis (Ezequiel 16:8). Los intervalos entre el casamiento y los sucesivos nacimientos de los tres hijos sugieren que se entiende tres generaciones sucesivas. Jezreel, el hijo primero, representa la dinastía de Jeroboam I, y sus sucesores, que terminó con el derramamiento de la sangre de la línea de Jeroboam por Jehú en Jezreel; fué allí donde Jezabel fué muerta, en venganza por la sangre de Nabot, que fué derramada en el mismo Jezreel (1 Reyes 16:1; 2 Reyes 9:21, 2 Reyes 9:30). Las escenas de Jezreel fueron repetidas sobre la raza degenerada de Jehú. En Jezreel, Asiria derrotó a Israel. (Jerónimo.) El nombre del niño está asociado con los pecados pasados, los castigos intermedios, y el derrocamiento final Loruhama (la no compadecida), la segunda criatura, es una hija, que representa el período afeminado que siguió a la destrucción de la primera dinastía, cuando Israel fué a la vez despreciable e irreligioso. Loammi (no mi pueblo), el tercer nacido, hijo varón, representa a la dinastía vigorosa (2 Reyes 14:25) de Jeroboam II; pero como esta prosperidad no trajo consigo un avivamiento de la piedad, todavía fueron considerados como “no el pueblo de Dios.”

10. Profecía cumplida, en parte, con el retorno de Babilonia, cuando muchos israelitas se unieron con Judá; espiritualmente, la simiente creyente de Jacob (o Israel), gentiles así como judíos, numerosos “como la arena” (Génesis 32:12); los gentiles, una vez considerados “no pueblo de Dios,” llegan a ser “hijos” suyos (Juan 1:12; Romanos 9:25; 1 Pedro 2:10; 1 Juan 3:1, Joel 3:1). A ser cumplida en su plenitud literal en el futuro, en la restauración de Israel (Romanos 11:26). del Dios viviente—lo opuesto de los ídolos muertos.

11. de Judá y de Israel serán congregados—(Isaías 11:12; Jeremias 3:18; Ezequiel 34:23; Ezequiel 37:16). una cabeza—típicamente, Zorobabel; antitípicamente, Cristo, bajo quien solamente son unidos Israel y Judá. La “Cabeza” de la iglesia (Efesios 1:22; Efesios 5:23), y del futuro reino de Judá e Israel (Jeremias 36:5; Ezequiel 34:23). Aunque “nombrado” por el Padre (Salmo 2:6), Cristo es en otro sentido “nombrado” como Cabeza por su pueblo, cuando éste lo acepta y lo abraza como tal. subirán de la tierra—de los gentiles, entre los cuales residían. el día de Jezreel—“El día de” uno es el tiempo de la visitación especial de Dios al mismo, ya sea en ira, ya en misericordia. Aquí “Jezreel” está en un sentido diferente del sentido dado en el v. 4: “Dios sembrará;” no “Dios esparcirá;” ellos serán “la simiente de Dios”, plantados nuevamente por Dios en su propia tierra (Jeremias 24:6; Jeremias 31:28; Jeremias 32:41; Amós 9:15).


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Oseas 1

I. ¿QUIéN? ¿CUáNDO? ¿DóNDE?, 1:1

El versículo 1 es el título del libro. Todo el libro se caracteriza por la frase La palabra de Jehová (v. 1a). La palabra no es solo lo que Oseas dijo, es decir sus palabras como tales, sino el mensaje unificado de Dios que se expresa en todo el ministerio de Oseas. Toda la tradición del profeta refleja la revelación del Señor que recibió o le sucedió a él. Es la revelación dada por el Señor a través de la vida de un hombre específico dentro del escenario de la historia. Entonces, su proclamación y su vida son un testimonio, una expresión del evento de la revelación de Dios.

El título solo dice que Oseas es hijo de Beeri. Su nombre significa “Salvación”, igual que la forma original del nombre de Josué. Oseas fue también el nombre de un efrateo contemporáneo de David, según 1Ch 27:20. Por eso, su nombre, relacionado con la tribu de Efraín, y su dialecto señalan que era hombre del norte, de Israel.

Es interesante, entonces, que cuatro reyes de Judá son nombrados mientras que se menciona solamente el nombre de un rey de Israel, Jeroboam II (786-746). Alguien ha sugerido que en comparación con este rey, quien llevó a Israel a la prosperidad, los últimos seis reyes de Israel no merecen ser nombrados. Es más probable que este versículo refleje el hecho de que el libro fuera compuesto después de la caída de Samaria (en el año 722 a. de J.C.) pero en el territorio de Judá. El autor sería Oseas, o sus discípulos que conservaron sus palabras. Evidentemente el libro se escribió para un público que conocía mucho mejor la cronología de Judá que la de los reyes de Israel. Al marcar el período de los cuatro reyes demostró a los lectores que el ministerio de Oseas comenzó durante el reinado de Jeroboam y duró hasta el fin del reino del Norte.

Las fechas del ministerio de Oseas son aproximadamente del 752 al 722 a. de J.C. A pesar de las dificultades cronológicas, es probable que Uzías y su hijo, Jotam, hayan compartido el trono desde el 750 a. de J.C. hasta la muerte de aquel (ver Biblia de Estudio Siglo XXI). Acaz reinó durante los años 742-727; y Ezequías, del 727 hasta el 698, si seguimos la cronología de Miller y Hayes. Ningún oráculo en el libro exige una fecha después de la caída de Samaria. Por eso, podemos poner el año 722 como el fin del ministerio de Oseas. También, los eventos del cap. 1 requieren un período de por lo menos unos seis años, y estos eventos tienen que haber sucedido durante el reinado de Jeroboam II o su hijo. Jeroboam murió en el 746; por lo tanto podemos fijar el comienzo del ministerio del profeta por el año 752 a. de J.C.

Debemos decir que poner las fechas del 752 al 722 para el ministerio de Oseas no significa necesariamente que él murió en este último año. Su ministerio a Israel terminó (porque Israel como tal desapareció). Sin embargo, es posible que el profeta haya escapado a Judá y que allá haya comenzado a escribir el libro que lleva su nombre. También es igualmente posible que él muriera en el desastre de Israel, pero que escaparan algunos discípulos suyos quienes conservaron sus palabras, y que en Judá se escribiera el libro. De todas maneras, es interesante notar que el cap. 1 se escribió en tercera persona.

Con ese título del versículo 1, sabemos que las narraciones y los oráculos de este libro no son solamente palabras, sino que son la palabra de Jehová, eventos que revelan al hombre el carácter de Dios. Los vv. del 2 al 9 forman una unidad literaria compuesta por cuatro eventos simbólicos. Los eventos históricos de la vida de Oseas se subordinan al propósito de presentar un modelo para la relación existente entre Dios y su pueblo. Es decir, tenemos eventos históricos en la vida de Oseas, pero no debemos utilizar estos datos para escribir sobre la vida de Oseas o su matrimonio. Lo que tenemos es la predicación de Oseas en palabras y acciones. Los nombres de sus hijos no describen el estado de su matrimonio sino el estado del pacto entre Dios e Israel. En el pasaje hay una economía de expresión para que el mensaje de Dios se manifieste en una forma más brillante y más clara.

II. MODELO DEL MATRIMONIO,1Ch 1:2-3:5

1. La tragedia de la infidelidad, 1:2-9

Esta sección tiene su propio título: El principio de la palabra de Jehová por medio de Oseas (v. 2a). Los eventos que se encuentran en esta sección son el inicio del ministerio del profeta y durante el reino de Jeroboam. No es el “llamamiento” de Oseas, sino que es el contenido del primer período de su predicación. En un tiempo de paz y prosperidad Oseas, como Amós su contemporáneo, declara la destrucción del reino de Israel tanto con palabras como con acciones. Su familia misma llega a ser un sermón vivo delante del pueblo.

En primer lugar, Oseas recibe el mandato: Vé, toma para ti una mujer dada a la prostitución (v. 2b). El heb. dice “una mujer de prostituciones”, lo cual ha sido interpretado en varias maneras. Desde la época de Orígenes y Jerónimo, este capítulo se interpreta como visión o alegoría. Tal interpretación se origina en la incapacidad del intérprete para creer que Dios pudiera mandar a un profeta a hacer algo tan repugnante. Sin embargo, es mejor pensar en el matrimonio como un evento real en la vida de Oseas. Hay eventos simbólicos en los otros profetas muy semejantes a los de este capítulo, por ejemplo los nombres de los hijos de Isaías.

Otros aceptan el matrimonio histórico de Oseas, pero dicen que la mujer de prostituciones es una descripción metafórica y esta “prostitución” es la idolatría de Gomer al igual que la de la nación. Ella es solamente una de los demás israelitas que no adoran al verdadero Dios según las tradiciones de sus padres.

Una tercera interpretación ve a Gomer como a una mujer que tenía tendencias de prostitución/adulterio, pero que no era prostituta cuando se casó con Oseas. Solamente después del matrimonio que le fue infiel. Así, por medio del dolor de su vida, Oseas aprendió del dolor del Señor con su pueblo infiel. Por eso, en los años posteriores a estos eventos, Oseas reinterpretó el significado de su matrimonio con Gomer desde la perspectiva divina.

Estas interpretaciones eluden a lo que se presenta en el texto como un choque a los sentidos: “¡Ve! ¡Cásate con una prostituta!”. Como el texto lo presenta, este mandamiento fue dado a Oseas antes del matrimonio. No es que Oseas aprendió por medio de sus experiencias algo que puede aplicarse a Dios y a su pueblo, sino que es Dios quien revela la verdad a Oseas y manda que su vida familiar sea un modelo de la relación que existe entre Dios e Israel. Así, es necesario que esta “prostitución” de la mujer sea conocida por Oseas y todo el pueblo. No es que esa mujer era “solamente” una israelita o que más tarde se dio a la prostitución. Sus “prostituciones” fueron evidentes antes de que ella se casara con el profeta.

Una cuarta interpretación sugiere que ella era una prostituta común. Sin embargo, la palabra “prostituciones” no es el término para una prostituta común.

Otros dicen que ella era una prostituta sagrada o prostituta cultual, comprometida en la adoración de Baal en algún sentido. No obstante, la palabra “prostituciones” (zenunim H2181) tampoco es la palabra “prostituta cultual” (qedeshah H6945), palabra que ocurre en 4:14. Sin embargo, se usa esta palabra “prostituciones” para describir a Jezabel en 2Ki 9:22, una mujer comprometida en la adoración de Baal. También en Gen 38:24 Tamar es acusada de “prostituciones” porque está embarazada. Note que en Gen 38:21 Judá, después de tener relaciones sexuales con ella en el camino a Timnat, le mandó el pago a la “prostituta cultual” de Enaim. Por eso, esta palabra “prostituciones” nos guía a un asunto sexual/cultual. Entonces, parece mejor pensar en Gomer como un tipo de “prostituta cultual”.

Es posible que en ese tiempo haya existido la costumbre entre las señoritas israelitas de ofrecerse por un tiempo como prostitutas cultuales antes de casarse para recibir de Baal la fecundidad en su matrimonio. Gomer, según algunos, era una de esas mujeres que se habían dedicado a Baal para ser fértil. No obstante, a pesar del sincretismo de la religión de Israel en el tiempo de Oseas, es imposible probar que esta práctica existiera. Es más probable que Gomer era una prostituta al servicio del culto a Baal.

Ese matrimonio sería un escándalo sensacional. Todos irían a preguntarle: “Profeta, ¿qué significa esto?”. Entonces, Oseas les respondería: La tierra se ha dado enteramente a la prostitución (v. 3c). Prostituirse acá es metáfora para adorar a otros dioses, ídolos. Así, Gomer es modelo apta porque ella participa en la prostitución espiritual de Israel por medio de su prostitución física en los cultos a Baal.

Sin comentar los pensamientos de Oseas en cuanto a la orden que recibió, el texto dice que fue y se casó con Gomer, la hija de Diblaim. Inmediatamente la atención del lector se pone en el nacimiento del primer hijo, que por orden de Dios recibe por nombre Jezreel. En sí, esto es extraño porque Jezreel es el nombre de un lugar, no de una persona. El nombre significa “Dios siembra” y puede entenderse como una bendición. Jezreel es un valle rico en Israel, importante en la agricultura. También fue el sitio de batallas y victorias en la historia de Israel, por ejemplo las de Débora y Barac (Jue. 4 y 5) y Gedeón (Jue. 6 y 7).

Sin embargo, el profeta no proclama un mensaje de bendición y fertilidad. Jezreel también es el nombre de una ciudad que ha sido sitio de hechos de sangre, y el profeta condena la casa real por estos pecados. Esa ciudad ha visto el crimen de Acab y Jezabel contra Nabot entre los pecados de la casa de Omri. No obstante, es la casa de Jehú la que es condenada. Los hechos de sangre aluden a los eventos de 2 Reyes 9 y 10. Jehú mató no solo al rey de Israel, en su golpe de estado, sino también al rey de Judá. Era responsable de la matanza de los setenta hijos de Joram. Dirigió la exterminación de los que adoraban a Baal, aunque él mismo no adoraba a Dios en una manera pura (2Ki 10:29). Jehú era culpable de violencia igual que los que lo precedieron, y los que le siguieron. Por eso el fin de su dinastía se acercó. El nombre extraño de su primer hijo le dio a Oseas la oportunidad de predicar el mensaje de Dios. La sorpresa era que el mensaje no era uno de fertilidad y prosperidad. Jezreel no indicaba que Dios sembraría bendiciones; al contrario, él iba a sembrar destrucción.

El v. 5 es otra palabra de Oseas, pero fue pronunciada en un período posterior de su ministerio, probablemente cerca del año 733 a. de J.C. cuando el rey de Asiria tomó en batalla el valle de Jezreel. Ahora, este nombre se aplica al valle, no a la ciudad, para recalcar que estos eventos son el juicio de Dios y que ahora este juicio se aplica a Israel como nación entera y no solamente a la casa de Jehú.

Los vv. 6 y 7 forman el tercer evento simbólico de esta sección. Gomer concibió de nuevo y dio a luz una hija. Oseas es el padre de esta hija y por la orden de Dios le pone el nombre “no recibe el amor del padre”. Otra vez, no debemos leer el nombre de esta hija como descripción del estado del matrimonio del profeta. Aunque el texto no dice que dio a luz (comp. v. 3b), la omisión debe considerarse como una parte de la economía de expresión que se muestra en el pasaje. Como parte de esa misma “economía”, la palabra Dios no aparece aquí en el texto heb. del v. 6 (ni en el v. 9, como explica la nota en la RVA). Se entiende, entonces, que la recién nacida es la hija de Oseas, y porque ella es su hija el nombre va a incitar al pueblo a preguntarle: “Profeta, ¿qué significa esto?”.

Oseas contestará que, a pesar de la esperanza que Judá pudiera tener (v. 7), Israel no recibirá la compasión o protección que un hijo espera de sus padres porque no se comporta como hijo. Si el “no” de la frase previa se aplica a ésta también, se ha de entender como que Dios dice de su hija Israel: “No la soportaré más”. Otra traducción sería: “Ciertamente, los llevaré”. De traducirse así, tiene que entenderse como profecía del cautiverio asirio de Israel.

El cuarto evento simbólico de la sección se presenta en los vv. 8 y 9. Comienza: Después de destetar a Lorujama… (v. 8a). La frase es más que una nota biográfica. Normalmente, las israelitas destetaban a sus hijos cuando tenían unos tres años (comp. 1Sa 1:24). El evento era importante y hasta festivo en Israel (Gen 21:8). Pero el detalle es mencionado en este pasaje para subrayar que Dios había esperado un largo tiempo antes de dar este tercer signo de su castigo. El detalle testifica la paciencia divina, e implica que hay otro propósito que solo la destrucción en el juicio de Dios. él busca el arrepentimiento y la reconciliación.

Sin embargo, la gente no respondió a esta invitación, y por eso el nacimiento del tercer hijo llegó a ser la ocasión de proclamar la palabra más dura que Dios envió a Oseas: Ponle por nombre Loammí. Que este nombre, “no pueblo mío”, se aplica a Israel y no al hijo me parece claro. En la interpretación del nombre, por primera vez, Dios habla directamente a Israel: Vosotros no sois mi pueblo ni yo soy vuestro Dios. La traducción de esta última frase en RVA representa una ligera enmienda textual muy común (ver también RVR-1960). Sin embargo, tanto el texto masorético (TM) como la Septuaginta (LXX) pueden ser traducidos lit.: “Y yo no yo soy para vosotros”. Puede entenderse cómo Oseas emplea el nombre de Dios que se reveló en Exo 3:14, YO SOY. La interpretación del nombre Loammí sería: “Vosotros no sois mi pueblo, ni soy YO SOY para vosotros”.

Se nota una progresión del castigo cada vez más severa en los vv. 4 al 9. Israel tendrá un desastroso futuro sin rey (v. 4), sin el amor fraternal de Dios (v. 6), y ahora, un futuro sin Dios mismo (v. 9). Que Dios no sea el YO SOY de Israel equivale a decir en términos radicales, que el pacto ya se abolió. El pueblo de Dios rompió el pacto, y ahora sufrirá la maldición que el pacto mismo prescribió en las tradiciones preservadas en Deu 31:16-18. Con este oráculo parece que no hay más que decir. Sin embargo, este es solamente un lado del mensaje de Oseas.

2. La felicidad potencial,Deu 1:10-2:1

Oseas ahora ofrece la esperanza de un nuevo futuro para el pueblo de Dios. Algunos han expresado dudas en cuanto a que Oseas proclamaría este mensaje después de lo que dijo en los vv. 2 al 9, pero hay que notar dos cosas: 1) La esperanza es una parte integral del mensaje de Oseas (2:14-23; 3:1-5; 11:8-11; y 14:4-8), y 2) la posición actual de 1:10-2:1 probablemente se debe al proceso de redacción del libro y no a un estricto orden cronológico de la predicación del profeta. Cuando se escribió el libro, posiblemente se sentía la necesidad de poner juntos los dos tipos de mensajes, juicio completo y salvación.

Realmente los mensajes no son alternativas opcionales. La salvación no es una opción que Israel puede escoger, sino que, al igual que el juicio, es totalmente la obra de Dios. En un futuro lejano, después del futuro más inmediato, Dios iniciará el cumplimiento de las promesas a los patriarcas (Gen 32:12; Gen 22:17), dice Oseas. Sin embargo, esta esperanza se presentará solamente después del juicio ya proclamado por el profeta. Y sucederá que en lugar de lo que se les dijo: Vosotros no sois mi pueblo, se les dirá: Hijos del Dios viviente (v. 10c).

Lit. el versículo dice: “Y sucederá en lugar de que se les dijo…”. Varios eruditos han sugerido que “en lugar de que” es sinónimo de “en vez de”. Sin embargo, tal traducción, según otros eruditos, estaría sin paralelo en el AT. Otros opinan que el artículo definido está presente implícitamente y que por eso sería mejor entender la frase lit. “en el lugar donde”. La pregunta entonces sería: “¿Cuál lugar?” La palabra “lugar” en el AT puede significar un santuario, un lugar santo. Entonces, en el mismo santuario en el cual Oseas proclamaba sus mensajes de los nombres de sus hijos, nuevos nombres serán dados, y nuevos significados se proclamarán. O, si “lugar” no es un centro cúltico, entonces se refiere a Jezreel, un lugar que es de mucha importancia para la predicación de Oseas.

Israel (v. 10a; aquí se refiere tanto a Efraín como a Judá), después de ser “no pueblo mío” (LoAmmí), en un futuro no previsto hallará una nueva identidad, hijos del Dios viviente (v. 10c). Esta frase habla más de Dios como la fuente de vida (igualmente que en Job 42:2 y 84:2) que en distinción de un ídolo, aunque esta idea también no está ausente completamente. El profeta declara que Dios es quien da vida a Israel. él es quien da fertilidad y no Baal. Por eso, los israelitas no serán más hijos de prostitución, sino que serán hijos del Dios viviente. Aun en su visión del futuro, Oseas usa la familia como modelo para declarar que el Señor, y no Baal, es el verdadero Dios de Israel, mostrando que el Señor es mucho más que un Baal. Dios no solo da vida, sino que es Padre (ver 11:1-3).

Como padre, Dios tiene la capacidad soberana para transformar completamente la identidad de sus hijos. En esta visión del futuro escatológico, Jezreel será un nombre de bendición, Lorujama cambiará a ser Rujama (“recibe el amor del padre”), y Loammí será Ammí (“pueblo mío”). Que esas palabras se aplicaran a todo el pueblo de Dios se ve por medio del uso de plurales: vuestros hermanos, vuestras hermanas (2:1) y la designación extraña de los hijos de Judá. Durante o inmediatamente después de los eventos del 734 al 733 a. de J.C. (la guerra entre Siria y el reino del Norte, y la intervención de Asiria), Oseas se dirigió a un pueblo dividido por la guerra, el gobierno y las tradiciones religiosas, proclamándoles que el Señor planifica un día cuando serán congregados en uno y nombrarán para sí un solo jefe. Oseas evitó usar la palabra “rey” y utilizó la palabra jefe, literalmente “cabeza” para recordar los primeros días de Israel (Jdg 11:8), y no pensar en las divisiones provocadas por la monarquía.

Los últimos dos nombres tienen significados obvios. Los negativos mismos son negados. “No pueblo mío” llega a ser “mi pueblo”. “No recibe el amor paternal” llega a ser “amada por su padre”. Pero el nombre Jezreel demanda una explicación de su nueva interpretación. El nombre una vez más se relaciona con el valle. Y allí el día de Jezreel será grande porque el pueblo de Dios subirá de la tierra. Algunos creen que la tierra (Jdg 1:11) se refiere a una tierra de cautiverio, sea Asiria o sea Egipto, como símbolo de toda esclavitud, y que la frase es una predicción del regreso del destierro. Hay otros que piensan en “tierra” como una referencia al mundo de los muertos, Seol (ver Job 71:20 y Jer 15:7). Si es así, entonces la referencia a resurrección se interpreta como un símbolo de Israel volviendo del exilio. Otros entienden “la tierra” como Israel, y el verbo “subirán” significa “ganará poder sobre, dominará”. Así entienden que Oseas, hablando cuando Asiria domina la tierra, ve un tiempo en el cual una vez más Israel tomará poder y controlará su propio destino.

Posiblemente, la mejor manera de entender la frase es en el sentido agrícola. Dios, como Señor de la fertilidad, hará crecer a su pueblo como una gran cosecha. Israel, como plantas, subirá de la tierra. Con esta figura, Oseas otra vez declara que ¡es Dios quien da a Israel la fertilidad y no Baal! Si Israel tiene algún futuro, sea de juicio o de esperanza, se encontrará en el Señor.

Joya bíblica

Y sucederá que en lugar de lo que se les dijo : “Vosotros no sois mi pueblo“, se les dirá : “Hijos del Dios viviente“ (Jer 1:10).




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Comentario Bíblico Mundo Hispano

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