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Hageo 1 - Comentario Crítico y Explicativo Conciso vs Mundo Hispano

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Hageo 1

CAPITULO 1

HAGEO LLAMA AL PUEBLO A CONSIDERAR SUS MANERAS DE DESCUIDAR LA EDIFICACION DE LA CASA DE DIOS: EL MAL DE ESTE DESCUIDO PARA ELLOS MISMOS: EL HONOR HECHO A DIOS CON ATENDER DICHA OBRA: LA OBEDIENCIA PENITENTE DEL PUEBLO BAJO ZOROBABEL SEGUIDA POR LA BONDADOSA SEGURIDAD DE DIOS.

1. año segundo del rey Darío—Histaspes, el rey de Medopersia, el segundo de los imperios del mundo; Babilonia ya había sido destruída por el persa Ciro. Los judíos al no tener rey de ellos mismos, fechaban sus escritos guiándose por el reinado de los reyes imperiales a los que estaban sométidos. Darío era el nombre común de los reyes persas, como lo era Faraón de los de Egipto, y César de los de Roma. El nombre en las inscripciones cuneiformes en Persépolis se halla escrito Dayrau’us, de la raíz Darh, “preservar,” el Conservador. (Lassen.) Heródoto, 6:98, lo explica como Coercedor. Frecuentemente se atribuyen atributos opuestos al mismo dios; y como tales los persas miraban a sus reyes. Esdras 4:24 armoniza con Hageo en señalar a este año como la fecha de la reanudación de la edificación. mes sexto—del año hebreo, no del reinado de Darío (véase Malaquías 1:7; Malaquías 7:1, Malaquías 7:3; Malaquías 8:19). Dos meses más tarde (“el mes octavo.” Malaquías 1:1), Zacarías empieza a profetizar, secundando a Hageo. Jehová—El título pactual de Dios, que denota su inmutabilidad, la garantía de su fidelidad en guardar sus promesas hechas a su pueblo. por … Hageo—El hebreo: en la mano de Hageo; Dios es el locutor real, su profeta no es sino el instrumento (véase Hechos 7:35; Gálatas 3:19). Zorobabel—llamado también Sesbasar en Esdras 1:8; Esdras 5:14, Esdras 5:16, donde se le atribuye la misma obra a Sesbasar que en el 3:8 es atribuída a Zorobabel. Sesbasar es probablemente su nombre caldeo; como Beltasar era el de Daniel. Zorobabel, su nombre hebreo, significa uno nacido en Babilonia. hijo de Sealtiel—o Salatiel. Pero en 1 Crónicas 3:17, 1 Crónicas 3:19 hallamos a Pedaía como padre de él. Probablemente él fué adoptado por su tío Salatiel, o sea, Sealtiel, a la muerte de su padre (véase Mateo 1:12; Lucas 3:27). gobernador de Judá—para el cual puesto Ciro lo había designado. El hebreo Pechah es afín al original del turco moderno Pachα (o Bajá), uno que gobernaba una región del imperio persa de menor extensión que la que estaba bajo un sátrapa. Josué—llamado Jesuá (Esdras 2:2); como el hijo de Nun en Nehemías 8:17. Josadac—o Josadec (1 Crónicas 6:15), uno de aquellos cautivos llevados por Nabucodonosor. Hageo se dirige a los representantes civiles y religiosos del pueblo, como para tenerlos como asociados suyos al dar los mandamientos de Dios; de esta manera, sacerdote, profeta, y gobernante juntamente testifican en el nombre de Dios.

2. Jehová de los ejércitos—Señor de los poderes del cielo y de la tierra, y que por tanto requiere obediencia absoluta. Este puebloeste perezoso y egoísta pueblo; él no dice “mi pueblo,” puesto que habían descuidado el servicio de Dios. el tiempo—el tiempo propio para edificar el templo. Faltaban aún diez de los setenta años de cautividad predichos (partiendo de la fecha de la destrucción del templo, año 588, 2 Reyes 25:9) para cumplir el plazo; ellos hacen de esto un argumento para demorar la obra. (Henderson.) Los setenta años de la cautividad hacía tiempo se cumplieron, en el primer año de Ciro, año 536 (Jeremias 29:10), partiendo desde el año 606 a. de J. C., la cautividad de Joacim (Crónicas 36:6). Los setenta años para la terminación del templo (Jeremias 25:12) furon cumplidos este mismo año, el segundo de Darío (Vatablo.) Ingeniosos en excusa pretendieron que la interrupción de la obra causada por sus enemigos, probaba que no era aún el tiempo propio; siendo que el motivo real era su egoísta aversión a la molestia, gasto, y peligro de los enemigos. “Dios—dicen ellos—ha interpuesto muchas dificultades para castigar nuestra prisa imprudente.” (Calvino.) La prohibición de Esmerdis no estaba ya en vigor, ahora que Darío el rey legal estaba en el trono; por lo tanto no tenían excusa verdadera para la empezar a edificar inmediatamente. Auberlen niega que por “Artajerjes” en Esdras 4:7 quiera decir Esmerdis. Sea Esmerd o sea Artajerjes Longímano el indicado, la prohibición se refería solamente a la reedificación de la ciudad, la que los reyes persas temieron que, de ser reedificada, ofrecería dificultad para someterla; pero no a la reedificación del templo. Pero los judíos fácilmente se dejaban apartar de la obra. Espiritualmente, como los judíos, los hombres no dicen que nunca deban ser religiosos, sin que no es todavía el tiempo. Así la gran obra de la vida se deja sin hacer.

4. ¿Es … tiempo—No es el tiempo (v. 2)—decís vosotros—par edificar la casa de Jehová; sin embargo ¿cómo es que vosotros lo hacéis un tiempo apropiado, no solamente para edificar, sino aun para “morar” reposadamente en vuestras propias casas? para vosotros, … para vosotros—la repetición señala el vergonzoso contraste entre su preocupación por sí mismos y su despreocupación por Dios. (Maurer.) Véase una repetición similar en 1 Samuel 25:24 y Malaquías 7:5. enmaderadas—refiriéndose tanto a las paredes como a los cielos rasos; casas equipadas no solamente de confort sino también de lujo, en triste contraste con la casa de Dios no tan sólo desadornada, sino que ni tenía levantadas las mismas paredes sobre los cimientos ¡Cuán diferentes fueron los sentimientos de David (2 Samuel 7:2)!

5. Pensad bien sobre vuestros caminoslit., Poned vuestro corazón en vuestros caminos. El plural indica: Considerad tanto lo que habéis hecho (activamente. Lamentaciones 3:40) como lo qué habéis soportado (pasivamente). (Jerónimo.) Considerad seriamente si vosotros habéis ganado algo, con buscar lo propio y sacrificar lo de Dios.

6. En nada habéis prosperado, mientras descuidabais vuestro deber para con Dios. El castigo corresponde al pecado. Ellos pensaban evitar la pobreza con no edificar el templo, sino guardando su dinero para sí solos; Dios les dió la pobreza por no haber edificado (Proverbios 13:7; Proverbios 11:24; Mateo 6:33). En vez de engañar a Dios, no hacían sino engañarse a sí mismos. os vestís, y no os calentáis—por la insuficiencia de ropa, pues vosotros no podéis por la pobreza proveniente del fracaso de vuestras cosechas, comprar suficiente ropa de abrigo. Los verbos están en infinitivo, lo que expresa un estado continuado: “Habéis sembrado, recogiendo tan poco; comiendo y no saciándoos; estuvisteis bebiendo y no hartándoos; vistiéndoos, pero no calentándoos.” (Moore.) Una cuidadosa consideración de los tratos de Dios con nosotros indicará la voluntad de Dios para con nosotros. Los eventos de la vida son los jeroglíficos en los que Dios graba sus sentimientos hacia nosotros, la clave de los cuales se halla en la Biblia. (Moore.) jornal en trapo horadado—“bolsa agujereada” (Versión Inglesa): proverbio que significaba el trabajo y el dinero gastado sin provecho (Malaquías 8:10; Isaías 55:2; Jeremias 2:13). Contrástese espiritualmente las “bolsas que no se envejecen, el tesoro en los cielos, que nunca falta” (Lucas 12:33). Por causa de la carestía de lo necesario, los que trabajaban a jornal se desprendían de él al momento, como si lo hubieran puesto en una bolsa con agujeros.

8. Subid al monte—Moria (Rosenmuller); Líbano. (Henderson.) Más bien, generalmente, las montañas de alrededor, ahora cubiertas de bosques, crecidos durante el largo período de la cautividad. Así Nehemías 8:15 : “Salid al monte,” eso es, a las colinas vecinas. (Maurer.) madera—Hageo especifica ésta por ser lo primero que se necesitaba; no para excluir otros materiales. Sin duda también se necesitaban piedras. Que no estaban en pie las antiguas murallas, como afirman los intérpretes hebreos citados por Jerónimo, ni levantadas parcialmente las nuevas paredes, lo confirma el 2:18, donde se hace mención expresa de echar los cimientos. pondré en ella mi voluntad, y seré honrado—Seré propicio a los que rueguen en mi casa (1 Reyes 8:30), y recibiré el honor que me es debido y está retenido. Al descuidar el templo, que es el espejo de mi presencia, me deshonráis a mí. (Calvino.); en la edificación de ella me glorificaréis.

9. Buscáis mucho—lit., Mirabas a fin de volver los ojos a mucho. El infinitivo hebreo expresa aquí un buscar continuado. Esperabais tener vuestros depósitos repletos “de mucho,” con descuidar el templo. Cuanto más grande vuestra codicia, tanto más amargo vuestro desengaño de estar más pobres que nunca. encerráis en casa, y soplo en ello—hasta la poca cosecha que trajisteis al granero, yo la disiparé. “Yo soplé sobre ella,” es decir, la esparcí, y la hice perecer, con mi mero aliento, como grano marchito y esparcido. mi casa … su propia casa—en enfática antítesis. cada uno … corre—lo que expresa el anhelo de cada uno con que perseguía sus propios intereses egoístas. Véase “correré.” Salmo 119:32; Proverbios 1:16, contrastado con su apatía respecto de la casa de Dios.

10. se detuvo … la lluvia—De esta manera el cielo, o la expansión, está personificado; significa que la naturaleza inanimada obedece a la voluntad de Jehová; y ofendida por la desobediencia del pueblo de Dios, ella aparta sus bendiciones de ellos (véase Jeremias 2:12).

11. llamé la sequedad—lo que se dice hacen los “cielos” y la “tierra,” las segundas causas (v. 10), siendo los instrumentos visibles, Jehová, en este versículo, la primera causa invisible, lo declara ser obra suya. El “manda venir” el hambre, etc., como instrumentos de su ira (2 Reyes 8:1; Salmo 105:16). Es notable el contraste entre la pronta obediencia de estos agentes materiales, y la perezosa desobediencia de hombres vivos, su pueblo. sequedad—en el hebreo, Choreb, parecido en sonido a Chareb, “desechar” (vv. 4, 9), dicho de la casa de Dios; sugiere la correspondencia entre el pecado y su castigo. Vosotros habéis permitido que mi casa esté desolada, o desechada, y yo enviaré sobre todo lo que es vuestro una desolada sequía. Esto afectará no meramente al “grano,” etc., sino también a los “hombres” y al “ganado,” que deberán perecer por falta del “grano,” etc., perdido por la sequía. trabajo de manos—todos los frutos de la tierra, huertas, y viñas, obtenidos por la labor de las manos (Deuteronomio 28:33; Salmo 78:46).

12. oyó … todo el demás pueblo—todos aquellos que habían retornado del destierro (Malaquías 8:6). cómo lo había enviado Jehová—de acuerdo con todo lo que Jehová le había ordenado que hablase. Pero como no es sino (v. 14) después del segundo mensaje de Hageo (v. 13) que el pueblo de veras obedeció, Maurer traduce: “Escuchó a la voz de Jehová,” y en vez de “cómo”, “porque lo había enviado Jehová.” Sin embargo, la Versión Inglesa correcta presenta que el propósito de ellos de obedecer ya es obediencia a los ojos de Dios, aun cuando no la lleven a efecto sino más tarde (v. 14).

13. [El] enviade de Jehová—así los sacerdotes (Malaquías 2:7) son llamados (véase Gálatas 4:14; 2 Pedro 1:21). por mandado de Jehová—por autoridad y comisión del Señor: en base a la embajada del Señor. Yo soy con vosotros—(Mateo 28:20). Al demostrar un pueblo la menor disposición de obedecer, aun antes que empiecen en efecto a trabajar, Dios pasa inmediatamente del tono de reproche al de ternura. Se apresura, como si fuera, a olvidar la infidelidad anterior de ellos, y a asegurarles, cuando obedecen, que está con ellos y que estará con ellos. El hebreo: “¡Yo con vosotros!” La presencia de Dios es la mejor de las bendiciones, porque incluye todas las otras. Esto es la garantía segura del éxito de ellos, por muchos que sean sus enemigos (Romanos 8:31). Nada inspira a los hombres y los despierta del letargo más que el que tengan, al echar mano de las promesas de ayuda divina, la esperanza segura de un resultado feliz. (Calvino.)

14. Despertó Jehová el espíritu de Zorobabel—Dios les dió presteza y perseverancia en la buena obra, aunque por sí mismos eran lerdos. Todo buen impulso y avivamiento en lo religioso es obra directa de Dios por su Espíritu vinieron e hicieron obra—juntaron la madera y las piedras y otros materiales (véase v. 8) para la obra. En efecto no edificaron ni “echaron el cimiento” secundario del templo, porque esto no fué hecho sino tres meses después, es decir, el vigésimo cuarto día del mes noveno (Romanos 2:18). (Grocio.)

15. día veinte y cuatro—veintitrés días después del primer mensaje de Hageo (v. 1).


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Hageo 1

I. PRIMER MENSAJE. EXHORTACIóN A RECONSTRUIR EL TEMPLO. RESULTADOS, 1:1-15

1. Introducción, 1:1

No es excepcional que la voz de Dios se dirija a los líderes en primer lugar. Zorobabel, el gobernador civil, y Josué, sumo sacerdote, son los receptores del mensaje dado por Dios a Hageo. Bien puede decirse de Zorobabel y de Josué que “La ley de verdad estuvo en su boca, y en sus labios no se halló iniquidad” (Mal 2:6).

2. Reprobación al pueblo por su indiferencia,Mal 1:2

Se percibe de manera clara un notable disgusto en la forma en que Dios se dirige al pueblo. Este pueblo, en vez de “mi pueblo”, como en tantas otras ocasiones, denota el disgusto divino. Ahora hay reproche. Son su gente, pero no merecen llamarse así. El texto enfatiza que es el pueblo el que retiene el comienzo de las obras. Se han de dar por enterados que son ellos, y nadie más, los culpables de la demora.

3. Consecuencias de su inacción,Mal 1:3-6

El siempre providente Dios dirige al profeta a abrir su boca en un día especial. El día primero del mes es una fecha de ajetreo para el pueblo. Por ser “luna nueva” cesaba el trabajo (Amo 8:5), y la ley prescribía hacer ofrendas (Num 10:10; Num 28:11 ss.). Aunque el mensaje está dirigido expresamente a Zorobabel y a Josué, inferimos que la gente escuchaba también lo que el profeta decía. En este caso, y tal vez intencionadamente, los dos dirigentes son confrontados a realizar su deber delante del mismo pueblo. No hay excusa. El pueblo, con sus responsables al frente, es llamado a la inexcusable tarea de levantar el templo.

Templo en Jerusalén

Presenta una tremenda contemporaneidad la reflexión a la que invita Jehová al pueblo, por medio de Hageo. No han sido deseos ni fuerzas para trabajar de lo que ha carecido el pueblo. Prueba de esto es que a ellos no les faltó ni tiempo ni energías para trabajar en sus propias casas. Las obras del templo habían estado detenidas por muchos años, pero en sus propias viviendas no faltó mano de obra. Vistosos y caros artesonados adornaban sus techos.

Esta actitud difiere del todo con la de David. él no es feliz sabiendo que, mientras él vive en una mansión, el arca del pacto descansa entre cortinas (2Sa 7:2). La actitud de esta situación es sorprendente e incuestionable. El reino de Dios se ve detenido en su desarrollo en tanto y cuanto sus súbditos prefieren ocuparse de sus propios negocios, abandonando sus deberes para con su Señor. Los tiempos demandan actitudes decididas de servicio y compromiso.

¿Con qué espíritu podía aquel pueblo ir al templo a adorar, verlo medio en ruinas y venir de sus bien cuidadas casas? Esta situación demanda urgentemente una palabra profética. Es por esto que se conmina al pueblo que reflexione muy seriamente, y que considere el amargo resultado de su actitud. En síntesis, se le viene a decir: “A costa del servicio que deberíais haber prestado a Jehová, reconstruyendo el templo, os habéis ocupado de vuestros propios asuntos. Habéis gastado todo vuestro tiempo en vuestras casas, en vuestros cuerpos y en vuestros campos. Y aun lo que ganáis cae como en saco roto; no os luce, ni estáis satisfechos. Todo os sale mal”. Años de trabajo que no han contado con el favor divino. Es que todo el que intente medrar a costa de lo que a Dios pertenece ha de verse, tarde o temprano, atrapado en su propio egoísmo. “¿Robará el hombre a Dios?” (Mal 3:8). La respuesta es no. Pero el que lo hace habrá de beber el amargo cáliz de la reprobación de Dios, y aun, quizá, cosechar quebrantos de todo tipo ahora, como seguidamente ha de dejarse claro.

4. Exhortación a trabajar. Obedecer, remedio para la grave situación,Mal 1:7-11

Una vez más, en la alocución, el profeta invita al pueblo a que reflexione en su proceder. Una y otra vez el Así ha dicho Jehová de los Ejércitos resuena en los oídos de la comunidad. Esta segunda invitación a que piensen en sus caminos es muy posible que haya predispuesto a los oyentes a trabajar, pero es digno de notar que aún tardaron 24 días en poner manos a la obra (v. 15). El cambio brusco observado en el v. 9 parece abonar la idea de que la obediencia al llamado no fue inmediata. Esto nos lleva a considerar la ardua tarea que corresponde a los líderes. Más de tres semanas, a través de las cuales, hemos de suponer, que Zorobabel y Josué pasan haciendo preparativos; tratan de alentar a los que no tienen fe y se sienten desilusionados, arengando una y otra vez. Mientras Hageo sostiene a los líderes, él recibe del Señor las fuerzas y la inspiración necesarias para no desmayar.

La alusión del monte (v. 8) parece indicar cercanía. Siendo así, la madera que hacía falta se hubiera traído de los alrededores de Jerusalén.

La complacencia del Señor será ver que el pueblo obedece y termina la reedificación del templo. La presencia de un templo restaurado, con un elaborado culto, con su sistema de sacrificios, es vital. El v. 9 da a entender que el Señor, antes que respondamos, sabe qué hay dentro de nuestro corazón. Descubre que en los oyentes no hay una inmediata y positiva respuesta. Por eso vuelve a la carga. Fustiga la desordenada búsqueda del placer y la comodidad de su pueblo. Están esperanzados en promesas efectivamente reales (comp. Isa. 40-66), pero la falta de su cumplimiento se debe al pecado de ellos mismos. ¿Por qué?, pregunta Dios, y él mismo da la respuesta (v. 9).

Es digno de mencionar la correlación que existe entre la actuación de aquel pueblo y sus consecuencias. La cláusula del v. 10, Por eso, nos introduce a las causas que han motivado tanta desgracia en el orden natural. Faltaron la lluvia y los frutos de la tierra por causa vuestra. Así que este incidente corrobora fehacientemente las solemnes advertencias hechas ya de antiguo a este pueblo (Deut. 28. comp. también 7:12 ss. y Lev 26:3-13). En una tierra como la de Palestina, carecer de lluvia constituye una terrible desgracia (1Ki 17:1).

De esta forma tan cruda, la Palabra recuerda que somos responsables de nuestras propias acciones, y que éstas desencadenan consecuencias.

Este código está escrito indeleblemente a lo largo y ancho de la Biblia. El pecado acarrea castigo; la obediencia cosecha bienaventuranza. Dar genera vida; retener la mano, empobrece (Mal 3:8-11). Quienes triste y equivocadamente anteponen lo material a Dios lo pierden todo.

5. Respuesta positiva de los dirigentes y del pueblo,Mal 1:12-15

Otra vez se nos sitúa con precisión en el día y mes en que tiene lugar el acontecimiento: el día 24 del sexto mes, Elle (agostoseptiembre). Algo más de tres semanas pasaron para que la encendida arenga de Hageo tuviese respuesta. Queda para el terreno de la especulación saber por qué pasaron veinticuatro días antes de la respuesta. Anteriormente se hacen algunas conjeturas y reflexiones sobre el particular. Sin duda, aparte de todo, hizo falta preparar la mano de obra y los materiales.

Han sido palabras duras las dirigidas al remanente, y Hageo, al fin, puede estar satisfecho del resultado de su ministerio. La voz de Dios se ha dejado oír, y de tal manera que un reverencial temor sobrecoge a todos (v. 12).

Por primera vez a un profeta se le designa como mensajero, o “ángel de Jehová”, como vierte el comentario de la B.A.C. La LXX traduce “ángel del Señor”, descripción que armoniza con la misión de estos “enviados” de Dios para ministrar al pueblo.

La palabra de Dios estimuló el ánimo de todos. Y como una poderosa eclosión del Espíritu, el pueblo se levanta de su postración para reiniciar las obras del templo (v. 14). Cuando Dios habla, es la misma vida de Dios la que se transmite (2Ch 15:8). Esa es la clave de todo despertamiento espiritual.




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