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Eclesiastés 1 - Comentario Crítico y Explicativo Conciso vs Mundo Hispano

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Eclesiastés 1

CAPITULO 1

INTRODUCCION.

1. del Predicador—y Convocador a asambleas para el propósito. Véase la Introducción anterior. “Koheleth” en el hebreo, nombre simbólico de Salomón y de la Sabiduría celestial que hablaba por medio de él y se identificaba con él. El v. 12 revela que “rey de Jerusalén” está en oposición no con “David,” sino con “Predicador”. en Jerusalem—meramente su metrópoli, no su reino entero.

2. El tema propuesto de la primera parte de su discurso, Vanidad de vanidades—hebraísmo, por vanidad absoluta. Como “Santo de los (lugares) santos” (el Santísimo) (Éxodo 26); “siervo de siervos” (Génesis 9:25). La repetición aumenta la fuerza. todo—en hebreo “el todo,” todo sin excepción, a saber, las cosas terrenas. vanidad—no en sí mismas, pues Dios nada hace en vano (1 Timoteo 4:4), sino vanas cuando son puestas en lugar de Dios, y hechas el fin en vez de los medios (Salmo 39:5; Salmo 62:9; Mateo 6:33); vanas también a causa de la “vanidad” a la que fueron “sujetadas” por la caída (Romanos 8:20).

3. qué provecho … trabajo—eso es, con respecto al sumo bien (Mateo 16:26). El trabajo es provechoso en su debido lugar (Génesis 2:15; Génesis 3:19; Proverbios 14:23). debajo del sol—es decir, en esta vida, en oposición con el mundo venidero. La frase vuelve a aparecer muchas veces, pero sólo en Ecclesiastés.

4. tierra siempre—Salmo 104:5.) Mientras que la tierra permanece la misma, las generaciones de los hombres van cambiando siempre; ¿qué provecho puede haber, pues, de las fatigas de aquel cuya estada en la tierra, como individuo, es tan breve? El “siempre” tiene sentido comparativo, no absoluto (Salmo 102:26).

5. (Salmo 19:5.) con deseo vuelve—El verbo en el hebreo es jadear, y metafóricamente significa apresurarse, de uno que corre (“el fuerte,” Salmo 19:5) en la carrera. Se aplica más bien al sol saliente, que parece surgir laboriosamente hasta el meridiano, que no al sol poniente; los acentos también favorecen a Maurer, quien dice: “Y (tornando también) a su lugar, donde jadeante se levanta.”

6. a sus giros—vuelve de nuevo por sus giros, caminos anteriores, por muchas que sean sus viradas hasta ahora. El viento del norte y el del sur son los dos prevalecientes en Egipto y Palestina.

7. Por las cavidades subterráneas, y por la evaporación que forma las nubes de lluvia, los manantiales y los ríos reciben agua de la mar, a la que después retorna. La idea que corresponde es, que los hombres individuales van cambiando continuamente, mientras que la sucesión de la raza continúa; así como el sol, el viento, y los ríos, cambian, mientras que el ciclo por donde gira es inalterable: vuelven al punto de partida. Por tanto en el hombre, como en estos objetos de la naturaleza que le son análogos, con todos los cambios aparentes, “no hay nada nuevo” (v. 9).

8. Maurer traduce: “Todas las palabras se matan de cansancio”, eso es, son inadecuadas, como también “el hombre no puede expresar” todas las cosas del mundo que sufren este incesante, inalterable ciclo de vicisitudes: “El ojo no se satisface con contemplarlas.” Pero es evidentemente un retorno a la idea (v. 3) respecto al “trabajo” del hombre, que no es sino agotante y sin provecho; “nada nuevo” de bueno resulta de él (v. 9); porque como el sol sale … etc., así los trabajos fatigosos del hombre se mueven en un ciclo inmutable. El “ojo” y el “oído” son dos de los capataces por los que trabaja el hombre. Pero éstos nunca “se hartan” (cap. 6:7; Proverbios 27:20). Ni podrán hartarse después de ahora, porque no habrá “nada nuevo.” No así el sumo bien, Jesucristo (Juan 4:13; Apocalipsis 21:5).

9. nada hay nuevo—en absoluto, como en Números 11:6. Esto no se significa en sentido general; sino que no hay fuentes nuevas de felicidad (el tema en discusión) que se puedan inventar; repitiéndose vez tras vez el mismo círculo de placeres comunes, cuidados, quehaceres, estudio, guerras, etc. (Holden). O como dice Maurer: “Lo que ha sido hecho ante nosotros (en nuestra presencia. 1 Crónicas 16:33), ya fué hecho en los tiempos antiguos.”

11. La razón por qué se creen nuevas algunas cosas, que en realidad no lo son, es que es imperfecta la historia existente de las edades precedentes entre sus sucesores. sucederá … después—es decir, los que vivan aun después de las “cosas, más bien las personas o generaciones (v. 4) con las que este versículo está relacionado, los seis versículos intermedios son meramente ilustraciones del v. 4 (Weiss), que han de venir” (caps. 2:16; 9:5).

12. Se reasume lo del v. 1, siendo los vv. intermedios palabras introductorias de su tesis. Así que se repite “el Predicador” (Koheleth). fuí rey—en lugar de “soy rey,” porque está por dar los resultados de su experiencia pasada durante su largo reinado. en Jerusalem—especificado, contrariamente a David, quien reinó en Hebrón y también en Jerusalén, mientras que Salomón reinó sólo en Jerusalén. “Rey de Israel en Jerusalén” denota que reinó sobre Israel y Judá combinados; mientras que David, en Hebrón, reinó sólo sobre Judá, y hasta que se estableció en Jerusalén, no reinó sobre ambos: Israel y Judá.

13. este penoso trabajo—a saber, de “escudriñar todas las cosas hechas debajo del cielo.” No la sabiduría humana en general, la que viene después (cap. 2:12, etc.), sino el laborioso inquirimiento y las especulaciones acerca de las obras de los hombres, por ejemplo, la ciencia política. Como el hombre está destinado a procurar su pan, así también su conocimiento, por el sudor de su rostro (Génesis 3:19). (Gill.) en que se ocupen—es decir, “sean disciplinados: lit., para que en ello se castiguen o se humillen.”

14. Se da aquí la razón por qué la investigación de las “obras” del hombre no es sino “penoso trabajo” (v. 13), a saber, porque todos los caminos del hombre son vanos (v. 18) y no pueden ser enmendados (v. 15). aflicción (devoramiento de presa). de espíritu—Maurer traduce: “la persecución del viento” como en el cap. 5:16; Oseas 12:2 : “Efraim se apacienta del viento.” versiones antiguas apoyan a la inglesa, “en la que se dice ejercitarse.”

15. La investigación (v. 13) de los caminos humanos es trabajo vano, porque son desesperadamente “torcidos” y no pueden ser “enderezados” con ella (cap. 7:13). Dios, el sumo bien, solo puede hacer esto (Isaías 40:4; Isaías 45:2). lo falto—(Daniel 5:27.) contarse—de modo de hacer un número completo: equivale a ser suplido. (Maurer.) O más bien, el estado del hombre es del estado falto, y lo que es totalmente defectivo no puede ser enumerado ni calculado. El investigador piensa que puede reunir, en números exactos, la estadística de las necesidades del hombre; pero éstas, inclusive los defectos del investigador, no son parciales, sino totales.

16. Hablé yo con micorazón—(Génesis 24:45.) sobre todos, etc.—a saber, los sacerdotes, jueces, y los dos reyes anteriores a Salomón. Su sabiduría excedía a la de todos los que fueron antes de Jesucristo, el Koheleth antitípico, o el “Convocador de hombres,” (Lucas 13:34), y la “sabiduría” encarnada (Mateo 11:19; Mateo 12:42). ha percibido, etc.—(Jeremias 2:31.) Contrástese con esto el gloriarse en la sabiduría mundana (Jeremias 9:23).

17. sabiduría … locuras—es decir, sus efectos, las obras de la sabiduría y de la insensatez respectivamente. “Locura,” lit., extravagancia vanidosa; el cap. 2:12 y el 7:25, etc., apoyan nuestra versión más bien que a Dathe, “asuntos espléndidos.” Desvaríos” (tontería) se lee en algunos MSS, en vez de la del presente texto hebreo de “prudencia.” Si éste se conserva, debe entenderse la “prudencia,” falsamente así llamada (1 Timoteo 6:20), o “astucia” (Daniel 8:25).

18. sabiduría … ciencia—no en general; sino el conocimiento especulativo de los caminos del hombre (vv. 13, 17), el que, cuanto más avanza, más dolor motiva a uno cuando se da cuenta de cuán “torcidos” y “faltos” son (v. 15; cap. 12:12).


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Eclesiastés 1

I. PROLOGO, 1:1-11

Que el autor se preguntara por el sentido de la vida le da al libro un toque de actualidad que siempre ha sido apreciado por los comentadores. El hecho de estar en tercera persona nos plantea el problema difícil de juzgar si pertenece el texto 1:1-11 a un compilador final o al autor. En el primer caso serían como una introducción general a la obra, paralela a la conclusión del discurso (12:9-11). Esta introducción es muy escueta: trata del autor y del tema general del libro. Las demás cosas que podrían interesarnos, tales como fecha y lugar de composición, debemos deducirlas del contenido general de la obra (ver Introducción). Por el cambio de tercera a primera persona dividimos este comienzo en dos partes: Prólogo, 1:1-11: primer enfoque del problema, 1:12-18.

1. Título, 1:1

El supuesto o concreto compilador es el que habla. Las palabras del Predicador. Algunas versiones católicas prefieren dejar sin traducir el término hebreo Qohélet H6953. Hijo de David, rey en Jerusalén. Como era costumbre hacerlo en esa época, la paternidad del libro se atribuye a un rey notable por su sabiduría (1Ki 4:29-31).

2. El tema de la vanidad de la vida,1Ki 1:2

Vanidad de vanidades, todo es vanidad. Una suerte de superlativo. Podría traducirse: “vanidad suma”, como Cantar de los Cantares es igual a “el cantar por excelencia”, “santo de los santos” (Exo 30:10, en hebreo; nuestra versión es muy sagrado), etc.

Título : Eclesiastés (Qohélet) El principio del libro (Exo 1:1) atribuye la obra al "predicador, hijo de David, rey en Jerusalén". El término hebreo que aquí se traduce por predicador es Qohélet H6953, una forma derivada del hebreo qahal, que significa "asamblea" o "congregación". Aún y cuando el sentido exacto de Qohélet es incierto, los más entendidos en la materia, dada su etimología, dan como significado: "el que preside una asamblea" o "el que habla" ante ella. El término indica que se trata de alguien vinculado a, y que ejerce un ministerio en, la asamblea, probablemente el de maestro.

En la Septuaginta (LXX) se traduce Qohélet como "Eclesiastés", término a su vez derivado de ekklesía de donde viene nuestra palabra "iglesia". Es en esa versión griega de la Biblia donde se le dio al libro el nombre de Eclesiastés. Ese nombre pasó también al latín y de ahí a muchas más lenguas, entre ellas el castellano. Tradicionalmente este libro es conocido como "Eclesiastés". La traducción de Qohélet como Predicador en 1:1 se debe a Lutero quien en su Biblia tradujo el término como Prediger (Predicador). Desde entonces es bastante común encontrar este uso en numerosas traducciones.

3. El ciclo monótono de la vida, 1:3-11

¿Qué provecho...? El término hebreo para provecho, yitrown H3504, es favorito del Predicador. Significa “ganancia” o “excelencia”, y aparece unas diez veces en el texto de Eclesiastés. Es una pregunta retórica cuya respuesta es: “¡Ningún provecho!” Debajo del sol es una expresión característica del libro y aparece unas treinta veces. De uso generalizado en las culturas antiguas, entre ellas la griega, podríamos traducirla como “en este mundo”. Es nuestra versión esta expresión alterna con “debajo del cielo” (1:13; 3:1).

Generación va y generación (dor H1755) viene. Se suceden las generaciones: una generación muere; otra nace, pero el mundo natural (la tierra, ‘erets H776) siempre permanece idéntico. Se compara la estabilidad del mundo físico con las mudanzas en las generaciones humanas y se sugiere la fragilidad de la vida humana: el sol... el viento... los ríos, tres figuras tomadas de la naturaleza que se muestra idéntica a sí misma en un constante movimiento. Es más una figura poética que ciencia física: el caso del sol no es el mismo que el de los vientos y los ríos, pero en apariencia, por lo que se ve, el poeta tiene razón. Volviendo a su figura, pareciera que el sol, el viento y los ríos, repiten continuamente sus movimientos.

Fatigosas (v. 8). En el sentido de que su comprensión “fatiga” al hombre. Algunos prefieren traducir: “Todo trabaja más de cuanto el hombre pueda ponderar...” (NacarColunga). El hombre no alcanza a comprender ese incesante movimiento. Las cosas en su movimiento desafían la comprensión humana que no se cansa de oír y ver ese incesante fluir. ¿Hay algo de lo que se pueda decir...? Del mundo de la naturaleza se pasa al mundo del hombre. También aquí hay mucho movimiento pero poca variación, en realidad ninguna. La historia se repite.

No hay memoria... (v. 11). No sólo que las generaciones humanas son pasajeras sino que no habrá memoria de su existencia y de los hechos. Si le preguntáramos al Predicador: ¿qué sucede entonces con la historia?, es probable que nos diría que la historia registra sólo los hechos de los notables y que son incontables los que han vivido en el pasado y de los cuales nada sabemos.

Al terminar en este versículo la primera división de nuestro texto obtenemos el siguiente resultado: No sólo que el hombre es un ser transitorio (1:4) sino que además está condenado al olvido (1:11) por lo que sólo puede contar con el presente. Esta es una idea clave del Predicador. Antes que Horacio, el poeta latino, (Odas I, ll. 8) el Predicador afirma: Carpe diem, “aprovecha el presente”. No es sabio vivir para un hipotético futuro, que desconocemos cómo será.

Debajo del sol La expresión debajo del sol que aparece por primera vez en 1:9 no está presente en ningún otro libro de la Biblia a excepción de Eclesiastés, donde ocurre 29 veces en el original hebreo.

En algunas traducciones se dan expresiones equivalentes en castellano tales como: "en este mundo"; "sobre la tierra"; "durante la vida". En la RVA se alterna con la equivalente debajo del cielo.

Es interesante que el predicador recurra una y otra vez a esta frase. Su intención es clara. Con la expresión debajo del sol se da valor de universalidad a las frases que acompaña; nada se escapa al área que circunscribe esta expresión, excepto el cielo (mundo superior) y el Seol (mundo inferior, país de los muertos).

II. ENSAYOS SOBRE LA VIDA, 1:12-2:26

1. Primer enfoque del problema, 1:12-18

Yo, el Predicador. Pareciera que el Predicador defendiera la validez de su argumentación con dos argumentos: es un rey, supuestamente ilustrado y capaz. Por lo tanto, lo que dice es resultado de su experiencia personal. Habla, como sabio que es, de las experiencias propias, no de lo que otros puedan decir. ¿Comienza aquí propiamente la obra del Predicador? Es difícil contestar a esta pregunta. El posible redactor final aparece fugazmente en 7:27. De hecho nos encontramos aquí en la indagación de si la sabiduría es el sumo bien del hombre. La respuesta será una rotunda negación (1:18).

Dediqué mi corazón (v. 13). “Me dediqué” como más adelante en 1:16 donde se dice: “hablé con mi corazón” podemos traducirlo como “me dije”. Vanidad y aflicción de espíritu, es una expresión repetida que encontramos en 2:11; 4:4; 6:9 y que algunos traducen como “correr tras el viento” o formas parecidas (Biblia de las Américas), forma que nuestra versión anota al pie de página como posible. La idea es que todo en la vida es un trabajo inútil. Lo torcido no se puede enderezar, v. 15. Posiblemente es un refrán popular que afirma las razones del autor, que es imposible corregir lo malo o lo incorrecto. Aún esto es conflicto de espíritu... quien añade conocimiento añade dolor. Es un melancólico final del primer intento de hallar sentido a la vida. La sabiduría nos enseña a apreciar las cosas en su justa medida, con esto se logra ver lo que realmente son: conflicto de espíritu. La sabiduría halla el sinsentido de la vida antes que su sentido. El v. 18, posiblemente un proverbio popular, remata el pensamiento del Predicador.




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Comentario Bíblico Mundo Hispano

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