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2 Crónicas 1 - Comentario Crítico y Explicativo Conciso vs Mundo Hispano

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2 Crónicas 1

SOLEMNE SACRIFICIO DE SALOMON EN GABAON.

2. Y llamó Salomón a todo Israel—es decir, las cabezas u oficiales principales, que más adelante se especifican, fueron llamados a acompañar al soberano en una solemne procesión religiosa. La fecha de este acontecimiento fué el segundo año de su reinado, y el alto de Gabaón fué escogido para celebrar los ritos sagrados, porque el tabernáculo y todo el antiguo mueblaje usado en el culto nacional estaban depositados allí. Sadoc fué el sumo sacerdote que ofició (1 Crónicas 16:39). Es verdad que el arca había sido trasladada, y colocada en la nueva tienda que David había hecho para ella en Jerusalem; pero el altar de bronce, “delante del tabernáculo de Jehová”, sobre el cual los holocaustos habían de ofrecerse según la ley, estaba en Gabaón; y aunque David había sido guiado por acontecimientos extraordinarios y señales de la presencia divina, a sacrificar en la era de Arauna, Salomón creyó su deber presentar sus ofrendas en el lugar legalmente establecido “delante del tabernáculo”, y sobre el altar honrado durante siglos, preparado por la destreza de Bezaleel en el desierto (Éxodo 38:1).

6. ofreció sobre él mil holocaustos—Este holocausto, naturalmente, lo ofreció por manos de los sacerdotes. La magnitud de la oblación era propia de la alta posición del ofrendante en esta ocasión de solemnidad nacional.

7-13. SU ELECCION DE LA SABIDURIA ES BENDECIDA POR DIOS.

7. aquella noche apareció Dios a Salomón—(Véase 1 Reyes 3:5).

14-17. SU FORTALEZA Y RIQUEZAS.

14. juntó Salomón carros y gente de a caballo—Su pasión por los caballos fué más grande que la de cualquier monarca hebreo antes o después de él. Su caballada comprendía 1400 carros y 12.000 caballos. Esta era una indulgencia prohibida si eran usados como instrumento de lujo o de poder. Pero no fué meramente para su propio uso que él importaba caballos de Egipto. El inmenso establecimiento ecuestre que él erigió, no fué para exhibición solamente sino también para ganancia. Los caballos de raza egipcia eran altamente estimados; aunque eran tan finos como los árabes, eran más grandes y más fuertes, y muy aptos para ser uncidos a carros. Estos eran vehículos livianos, mas compactos y sólidos, sin elásticos. Por los precios mencionados (v. 17) por un carro y un caballo, parece que el carro costaba cuatro veces el valor de un caballo. Un caballo costaba 150 siclos, o sean Deuteronomio 17:18 libras esterlinas, pero un carro, 600 siclos, o sean de 68 a 75 libras esterlinas; y como el carro egipcio generalmente era tirado por dos caballos, el carro con un par de caballos saldría costando unas 112 libras. Como los sirios, que apreciaban los caballos de raza egipcia, los podían importar a su país sólo a través de Judea, Salomón pronto vió la ventaja que se derivaba de este comercio, y estableció un monopolio. Sus agentes los compraban en los mercados y las ferias de Egipto, y los traían a las “ciudades de carros”, depósitos o establos que él había edificado en las fronteras de su reino. como Beth-marcaboth, “la casa de carros”, y Hazor-susah, “la aldea de caballos” (Josué 19:5; 1 Reyes 10:28).

17. sacaban … para todos los reyes de los Hetheos—Una rama de esta tribu poderosa, había sido echada de Palestina, y se había asentado al norte del Líbano, donde consiguieron grandes posesiones contiguas a los sirios.


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2 Crónicas 1

I. El reinado de Salomón, 1:1-9:31

El material que versa sobre este período se encuentra en 1 Reyes 3:1-11:43. El pasaje se concentra en el trato prioritario que Salomón da a la construcción del templo. Seis capítulos son dedicados a una descripción detallada de cómo sería el templo, una provisión adecuada para la realización de sus ministerios y la conclusión de los mínimos detalles de la ceremonia de dedicación.

1. Su ascenso y establecimiento en el reino, 1:1-17

(1) Su gran prosperidad, 1:1. El cronista empieza su narración de la toma del poder declarando que Salomón fue afirmado en su reino, y Jehová su Dios estaba con él (v. 1a). El hijo de David era un monarca majestuoso, admirado por otros reyes porque Dios lo engrandeció sobremanera (v. 1b). Jesús mismo reconoció su esplendor y su gloria, aunque la belleza de la creación (una referencia a los lirios del campo) es superior a cualquier esplendor humano.

(2) Su piedad y devoción, 1:2-17. La gran piedad y sincera devoción de Salomón eran bien marcadas. Salomón sabía que de su amor y lealtad a Dios dependía el éxito de su reinado; por eso, da prioridad a su preparación espiritual antes de iniciar cualquier tarea. Aquellos que le ayudarían en su gestión gubernativa comparten esta prioridad que llega a ser contagiosa. Esto lo evidencia el hecho de que sus nobles, capitanes, jueces y gobernadores estuvieran dispuestos a acompañarlo en su viaje a Gabaón (v. 3) donde se encontraba el tabernáculo. Los oficiales que comienzan sus labores administrativas con este acto, anhelan conducir a su nación por senderos de bendición. ¡Cuánta lección por aprender les queda a los políticos y líderes que reciben el voto o son nombrados para servir a sus naciones!

El cronista intenta justificar la legitimidad de que el santuario se encontrara en esa ciudad. Lo hace sobre la base de que provenía directamente del tabernáculo portátil que había sido llevado en los viajes por el desierto, descrito en el Código Sacerdotal, según éxodo 25-31; 35-40 (v. 3). El arca ya había sido trasladada por David a una tienda en Jerusalén, 2Sa 6:2, 2Sa 6:17 (v. 4).

Salomón ofreció a Dios muchos sacrificios (v. 6), porque su padre le había dejado una cuantiosa herencia que incluía muchísimo ganado (1Ch 27:29, 1Ch 27:31). Después de ofrecer sacrificios (1Ki 3:5-15), Salomón dirigió una oración aceptable que abrió las puertas de la gracia divina.

Aquella noche (v. 7), después de ofrecer los sacrificios, Dios siguió explorando las necesidades del corazón creyente de su siervo. Salomón seguía pensando en Dios. Por el uso de 1Ki 3:5-15, el cronista da el contenido de lo que sucedió aquella noche. Es durante la noche que la mente o el subconsciente revisa las experiencias vividas en las horas del día. Posiblemente esta visión fue consecuencia del éxtasis vivido mientras sacrificaba ofrendas al Señor, y que el contenido de su oración fuera el mismo que le presentaría aquí.

Pide lo que quieras que yo te dé (v. 7) fue la palabra divina que fertilizó los surcos de la fe, porque el carácter de los hombres se manifiesta en sus deseos y preferencias.

Salomón apeló al carácter firme de Dios cuando trató con sus siervos (v. 8) para pedir algo espiritual en lugar de cosas materiales. Al pedir sabiduría y conocimiento para gobernar al pueblo que había pactado con Dios, Salomón reveló su determinación de poner muy en alto el nombre de Dios ante las naciones paganas que rodeaban a Israel. Salomón quería una reafirmación de la promesa hecha por Dios a David (v. 9), según 2Sa 7:13-14; 1Ki 5:5; 1Ch 28:6. Dios le concedió lo que pidió, porque él nunca les falla a quienes lo buscan con sinceridad de corazón (vv. 10, 11). Juntamente con las bendiciones espirituales, Dios suple las necesidades materiales. En Mat 6:33 Jesús más tarde confirma esta verdad espiritual: “Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. Indudablemente, el que hace la voluntad de Dios siempre está mejor que el que lo ignora (v. 12). Véase el comentario de 1Ch 29:25.

Los detalles concernientes a su riqueza son los mismos de 1Ki 10:26-29, aunque con más detalles en 2Ch 9:13-28. La inclusión de caballos y la acumulación de oro y plata como parte de su riqueza estaban en conflicto con la ley mosaica (Deu 17:14-20). La arqueología ha confirmado la existencia de las “ciudades de los carros” de Salomón (Deu 9:25). Las excavaciones en Meguido, al sudeste del monte Carmelo, dejaron al descubierto un gran establo petrificado con una capacidad para 400 caballos.

El haber emparentado con la familia real de Egipto le facilitó llevar a cabo una actividad comercial muy exitosa, la misma que redundó en bendición para su imagen personal y para toda la nación. No obstante esto, el cronista ve la relación con Egipto como algo aciago.

Verdades prácticas 1:10 La bendición de Dios está en orden inverso a las pretensiones del siervo llamado. Moisés y Jeremías son grandes ejemplos clásicos para ilustrar esta verdad. Los dos expusieron a Dios su falta de capacidad para la obra a la que fueron llamados (Exo 3:11; Exo 4:10; Jer 1:6). No es una demostración de falsa humildad buscando el halago, la palmada en la espalda, sino el reconocimiento de incapacidad para llevar a cabo una tarea de gran magnitud. Empezar reconociendo nuestra insuficiencia ante la envergadura de la obra del reino es poner un firme cimiento, porque solo es ayudado el que pide fuerzas y sabiduría para servir. Las riquezas, posesiones y gloria (v. 12), pueden ser añadidas después (Mat 6:33; Jer 9:23-24).




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Comentario Bíblico Mundo Hispano

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