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1 Crónicas 1 - Comentario Crítico y Explicativo Conciso vs Mundo Hispano

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1 Crónicas 1

LINAJE DE ADAM HASTA NOE.

1. Adam, etc.—Se sobreentiende “engendró”. Unicamente aquel miembro de la familia se menciona, quien viene en la línea directa de sucesión.

4. Noé, Sem, Cham y Japhet—Los tres hijos de este patriarca son mencionados, en parte porque ellos fueron los fundadores del mundo nuevo, y en parte porque de otra manera el cumplimiento de la prefecía de Noé (Génesis 9:25) no podría aparecer como verificado.

12. Casluim: de éstos salieron los Filisteos, y los Caphtoreos—eran hermanos, hijos de Casluim, y al principio moraban juntos, por lo cual sus nombres se usan mutuamente; y los caftoreos se describen como habitantes de Azzah, o Gaza, la sede de los filisteos.

14. el Jebuseo,—etc.—Desde este versículo hasta el 17 los nombres no son los de individuos, sino de pueblos, todos los cuales descendieron de Canaán; y como varios de ellos quedaron extinguidos y fueron mezclados con sus hermanos, sus nombres nacionales son dados envez de los nombres personales de sus antepasados.

17. Hus, Hul, Gether y Mesec—Estos eran hijos de Aram, y nietos de Sem (Génesis 10:23).

18. Arphaxad engendró a Sela—Cainán, el nombre del padre, está omitido aquí (Véase Lucas 3:36).

19. Peleg—(Véase Génesis 10:25).

22. Hebal—u Obal. (Génesis 10:28).

24-28. EL LINAJE DE SEM HASTA ABRAHAM.

24. Sem, etc.—Este abarca una lista de diez, incluyendo a Abraham.

29-31. LOS HIJOS DE ISMAEL.

29. estas son sus descendencias—Las cabezas de sus doce tribus. El gran desierto septentrional de Arabia fué colonizado por estas tribus; y si podemos hallar, en la geografía moderna de esta parte del país, tribus árabes que lleven los nombres de aquellos patriarcas, es decir, nombres correspondientes a los conservados en la lista oríginal de las Escrituras, obtenemos al mismo tiempo muchas evidencías, no sólo de semejanza, sino de absoluta identificación. (Foster). Nabajoth—Dió origen a los Nabatheanos de los escritores clásicos, y los Beni Nabat de los escritores orientales. Cedar—La tribu árabe, El Khedeyre, sobre la costa de Hedgar. Adbeel—Abdilla, nombre de una tribu en Yemen.

30. Duma—Duma, o Tema, las grandes tribus árabes de Beni Theman. Así este escritor (Historical Geography of Arabia) sigue la huella de los nombres de todas las cabezas de las doce tribus de Ismael como están perpetuados en las tribus de los árabes del día presente.

31-33. LOS HIJOS DE CETURA.

33. hijos de Cethura—Estos llegaron a ser fundadores de tribus nómadas en el norte de Arabia y Siria, como Madián de los madianitas. (Génesis 36:35; Jueces 6:2). y a Súa—De quien descendió Bildad (Job 2:11).

34-42. DESCENDENCIA DE ABRAHAM POR ESAU.

36. hijos de Eliphas—La tribu Aditas, en el centro del país de los sarracenos, llamada así por su madre Ada. (Génesis 36:10). Themán—Dió origen a la tierra de Temán, cerca de la cabeza del Mar Rojo. Omar—La tribu Beni-Amma, ubicada al lado norte de Jebel Shera (Monte Seir). Sephi—La tribu Dzaf. Hatham—Katam, habitado por la tribu Al Saruat, o “pueblo de Sara”. Chenas—La tribu de Aenezes, tribu cuyo establecimiento está cerca de Siria. Amalec—Los Beni Malak de Zohran, y los Beni Maledj del Shat el Arab.

37. Rehuel—Una poderosa rama de la gran tribu Aeneze, los árabes rowallas. Samma—La gran tribu Beni Shammar. De la misma manera los nombres de otros reyes y duques se descubren en las tribus modernas de Arabia. No es necesario mencionar algunos más de estos nómadas obscuros, excepto para tomar nota de que Jobab (v. 44), uno de los reyes de Edom, es considerado Job, y que su sede era la ciudad real de Dinahab (Génesis 36:32), identificada con O’Daeb, ciudad bien conocida en el centro de Al Dahna, un gran desierto septentrional hacia Caldea y el Eufrates. (Forster).


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1 Crónicas 1

I. LAS GENEALOGIAS, 1:1-9:44

1. Descendientes de Adán hasta Abraham, 1:1-27

Sería muy difícil encontrar una barrera más imponente para el lector moderno que los nueve capítulos de genealogías encontrados al principio de Crónicas. El leer nombre tras nombre de personas de otro modo desconocidas, no tan sólo parece muy cansador para algunos, sino que también se les escapa la razón que hubiera para tales listas de nombres. Precisamente aquí es donde entran algunas normas de sana hermenéutica. Hay que reconocer que estas largas listas de nombres no fueron puestas por el Cronista simplemente porque sí. Más bien, para su medio y su contexto, estas listas aportaban grandes significados. En nuestro medio de gran individualismo, sólo unos cuantos se dedican a trazar sus “árboles genealógicos” para así conocer más a fondo sus raíces. Precisamente el individualismo es uno de los factores que nos separan del mundo antiguo y del hebreo en particular. En lugar del individuo, lo que contaba eran las unidades sociales: la familia inmediata, el clan, la tribu, la nación. No es que el individuo no tuviese importancia; más bien, es que el individuo cobraba importancia mayormente en relación con el grupo mayor. Para el Cronista, pues, era muy pertinente demostrar mediante registros sagrados (en este caso el libro de Génesis) que las personas y grupos especialmente importantes para él, los levitas y la familia davídica, tenían un lugar legítimo y necesario en la comunidad postexílica para la cual escribía. Es de notarse que en estos nueve capítulos poco se menciona a Moisés, el mediador de la alianza en el Sinaí, se hace casi todo el énfasis en David quien fuera el agente de la alianza más reciente con su centro en Jerusalén y el templo.

Ejemplo digno de imitar El hecho de que el Cronista haya redactado un escrito pertinente para su época, aplicando la revelación a su propio contexto nos deja un ejemplo a imitar. En efecto, Dios le concedió la inspirada habilidad de "traducir" los hechos de la historia salvífica de tal forma que el pueblo pudiera comprenderla. La lucha de nuestros pastores, misioneros y líderes latinos debe apuntar hacia ese mismo blanco. El evangelio debe presentarse hoy teniendo en cuenta que grandes núcleos de población están bajo la influencia de la pobreza, y tantos otros sufren debido a injusticias de todo tipo. El mensaje debe llegar, esto es un imperativo desde que Jesús nos lo comisionara (Mat 28:19), pero deberá hacerlo en una forma que penetre y afecte íntegramente nuestro medio.

Se observa que el Cronista no indica relación entre todos estos nombres; sólo nos da los nombres lo cual indica que daba por sentado que sus lectores estarían familiarizados con la descendencia tal y como reza en Génesis. No es de sorprenderse que en los vv. 1-4 se omite el nombre de Caín, el primer asesino, y además realizador de un sacrificio imperfecto. Compárese esta lista con Gen 5:1-32. Por nuestra lista en Crónicas, no es nada claro que Sem, Cam y Jafet fueran hijos de Noé.

Es obvio que el Cronista abrevia las genealogías en Génesis, ya que en los vv. 5-7 que hablan de los descendientes de Jafet, sólo se nombran a dos de sus hijos. En general las genealogías de los tres hijos de Noé (vv. 5-27) siguen a las de Génesis, pero mucho material se omite o se abrevia según el propósito del Cronista. Se sabe, no obstante, que el historiador postexílico comienza con los pueblos que no formarían parte del pacto, o sea los descendientes de Jafet. Estos irían a poblar lo que hoy se conoce como el continente europeo. Los descendientes de Cam ocuparían territorios africanos, sobre todo su parte norteña. Estos mismos ocuparían las costas de Asia Menor. El v. 10 alude a Nimrod a quien también se menciona en Gen 10:8 ss. en donde se nos dice que era grande por ser un poderoso militarpolítico y por ser un buen cazador. El Cronista deja fuera los vv. 9-12 de Génesis 10 y sólo agrega: ... quien comenzó a ser poderoso en la tierra. Adrede deja el término ambiguo para que el lector forme su propia opinión en base a la lectura en Génesis. Algunos opinan que comenzó a ser debe leerse más bien “fue el primero en ser”.

En el v. 19 se menciona a Peleg (“división”) cuya etimología pretende basarse en una división de las tierras según poblaciones. Con todo, su significado no es nada claro dentro del contexto.

Aunque los descendientes de Sem (vv. 17-27) nos llevan a Abraham, es claro que, para los propósitos del Cronista, el primer patriarca hebreo no cobraba gran importancia, pues no se hace comentario alguno respecto a su persona sino que sólo se alude al cambio que sufrió su nombre. Según otros textos bíblicos, se sabe que los hijos de Sem irían a poblar Asia Menor, pero yéndose hacia el oriente. Hoy identificamos a los semitas como los asirios, los sirios, los caldeos, los árabes y sobre todo los hebreos.

¿Pastorejecutivo o, pastorsiervo? El Cronista vivía esperanzado en un Israel espiritual, sus intereses iban mucho más allá de lo material. En una parte de un test del tipo "orientación vocacional" realizado en un seminario teológico, se presentó al alumnado una tarea interesante. La técnica consistía en realizar un dibujo vislumbrando la situación personal de cada uno al finalizar un período de tiempo de cuatro años. Uno de ellos presentó el siguiente cuadro: una persona con saco y corbata sentado en un escritorio, trabajando en una computadora. Además de esto, a través de la ventana podía verse un automóvil estacionado, supuestamente propiedad de la persona sentada en la oficina. Aparentemente, su interés estaba centrado mayormente en ser un "pastorejecutivo". Si bien es cierto que en muchos casos nuestros pastores y misioneros latinos pueden acceder a estos elementos, lo principal debe ser el interés espiritual, el bienestar de aquellos a los que ministramos.

2. Desde Abraham hasta los demás patriarcas, 1:28-2:2

Llama la atención cómo el Cronista “se deshace” primero de los descendientes de Ismael y los de Quetura, la concubina de Abraham (aunque en Gen 25:1-4 se la llama otra mujer). Estos no representan para nada la línea de la que ha de venir David ni los levitas. Se apresura a ver los descendientes de Isaac, el otro hijo de Abraham, porque mediante ellos sí vendrá la línea davídica con todas sus contribuciones espirituales para el pueblo del tiempo del Cronista. Parece un tanto raro que no se mencionen los nombres de las madres sino sólo el de la concubina.

El escritor quiere terminar toda esta sección en base a Israel y sus hijos, porque estos son los progenitores de las 12 tribus. Es por esto que, siguiendo la misma táctica, “se deshace” de los descendientes de Esaú que a la postre se identificarán con los edomitas; esto lo hace para poder llegar a Israel. Es de notarse que el Cronista en forma consecuente emplea este nombre y no el de Jacob. Es posible que insista en el nombre Israel, porque estaba convencido de que si el Israel de su día hubiese querido ser leal a su historia, se habría compuesto de descendientes de las doce tribus completas, y no habría dejado fuera a ninguno proveniente de las tribus “apóstatas” del antiguo Reino del Norte. En esto se muestra mucho más abierto que Esdras y Nehemías.

Para la reflexión Es común que los creyentes de hoy encuentren tedioso el hecho de repetir las mismas historias y enseñanzas bíblicas a sus hijos a través de los años. A esto se suma la continua recepción de sermones que utilizan textos clave de la Escritura en forma reiterada. ¿Cómo mitigar esta rutina? ¿Cómo refrescar nuestro cristianismo por medio de una nueva lectura de la Palabra? Quizás el Cronista tenga la respuesta. Al reinterpretar el Pentateuco, los escritos de Samuel y Reyes, además de otros materiales canónicos y extracanónicos, nos enseña un nuevo camino: es posible leer y releer el texto sagrado sin caer en una monotonía destructiva o estanca. La posibilidad de hallar las misericordias nuevas de Dios cada mañana va a depender de nuestra forma de acercarnos al texto, y de la disposición de ser inspirados creativamente por el Espíritu Santo. ¡El Cronista, quienquiera que haya sido, nos desafía a redescubrir nuestra Biblia en la posmodernidad!




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