Juan, el niño, creció y se volvió fuerte espiritualmente. Vivió en el desierto hasta que llegó el momento de iniciar su ministerio público a Israel.
Y el niño crecía, y se fortalecía en espíritu; y estuvo en lugares desiertos hasta el día de su manifestación a Israel.
Juan creció y se fortaleció en espíritu. Y vivió en el desierto hasta que comenzó su ministerio público a Israel.
A medida que el niño iba creciendo, le vino la fuerza del Espíritu. Vivió en lugares apartados hasta el día en que se manifestó a Israel.
Y el niño crecía y se fortalecía en espíritu, y estuvo en los desiertos hasta el día de su manifestación a Israel.
El niño crecía y su espíritu se fortalecía; y moraba en lugares despoblados hasta el momento de manifestarse ante Israel.