No la recibí de nadie, y nadie me la enseñó. Fue Cristo Jesús mismo quien me la reveló.
pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo.
No recibí mi mensaje de ninguna fuente humana ni nadie me lo enseñó. En cambio, lo recibí por revelación directa de Jesucristo.
No lo he recibido de un hombre, ni me fue enseñado, sino que lo recibí por una revelación de Cristo Jesús.
pues yo no lo recibí ni lo aprendí de hombre, sino por revelación de Jesús el Mesías.
pues yo no lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo.