Dios se agradó en que toda su naturaleza habitara en Cristo,
por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud,
Pues a Dios, en toda su plenitud, le agradó vivir en Cristo,
Así quiso Dios que 'el todo' se encontrara en él'
por cuanto plugo° que la plenitud de todo habitara en Él,
pues en él tuvo a bien residir toda la Plenitud,