Pues la necedad de Dios es más sabia que nosotros; y la debilidad de Dios es más fuerte.
Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.
Ese plan «ridículo» de Dios es más sabio que el más sabio de los planes humanos, y la debilidad de Dios es más fuerte que la mayor fuerza humana.
Pues las locuras de Dios tienen más sabiduría que los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que los hombres.
Porque lo necio de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.
Pues la necedad de Dios es más sabia que los hombres; y la debilidad de Dios más poderosa que los hombres.