No tengas a tu sierva por hija de Belial, porque de la abundancia de mis congojas y aflicciones he hablado hasta ahora.
No tengas a tu sierva por una mujer impía; porque por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he hablado hasta ahora.
¡No piense que soy una mujer perversa! Pues he estado orando debido a mi gran angustia y a mi profundo dolor.
No tomes a tu sirvienta por una mujer cualquiera; si me quedé tanto rato orando ha sido porque mi sufrimiento y mi pena son muy grandes'.
No tomes a tu sierva por una mujer perversa, pues sólo he hablado hasta ahora agobiada por mis muchas penas y aflicciones'.