¿Ha cesado para siempre su misericordia? ¿Se ha acabado perpetuamente su promesa?
¿Se ha ido para siempre su amor inagotable? ¿Han dejado de cumplirse sus promesas para siempre?
¿Ha clausurado su gracia para siempre y encerrado su palabra para el futuro?
¿Se ha agotado por completo su compasión? ¿Se ha extinguido para siempre su promesa?
¿Habrá, acaso, el Señor desechado por los siglos y no volverá ya más a complacerse?