Engaño hay en el corazón de los que piensan el mal; Pero alegría en el de los que piensan el bien.
El corazón que trama el mal está lleno de engaño; ¡el corazón que procura la paz rebosa de alegría!
El embuste se aloja en el corazón de los intrigantes, la alegría, en el del buen consejero.
Hay engaño en el corazón del que trama el mal, Mas para los consejeros de la paz hay alegría.
La falsedad habita en quienes urden el mal; los que aconsejan la paz tienen alegría.
Engaño hay en el corazón de los que piensan el mal; pero alegría en el de los que piensan el bien.