Si Dios es glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo, y en seguida le glorificará.
Y dado que Dios recibe gloria a causa del Hijo, le dará su propia gloria al Hijo, y lo hará de inmediato.
Por lo tanto, Dios lo va a a introducir en su propia Gloria, y lo glorificará muy pronto.
Y Dios lo glorificará en Él, y enseguida lo glorificará.
Si Dios ha sido glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo, y lo glorificará sin tardanza.
Si Dios es glorificado en Él, Dios también le glorificará en sí mismo; y en seguida le glorificará.