Y en el mes segundo, a los veintisiete días del mes, se secó la tierra.
Pasaron otros dos meses, ¡y por fin la tierra quedó seca!
El día ventisiete del segundo mes, la tierra estaba ya seca.
Y en el mes segundo, a los veintisiete días del mes, la tierra quedó seca.
En el mes segundo, a los veintisiete días del mes, estaba ya seca la tierra.