La lectura diaria de la palabra es la manera más eficaz para poder memorizarla, lo primero que debes hacer es dedicar tiempo de calidad, donde te puedas desconectar de toda distracción. Ten un espacio donde solo sean Él Espíritu Santo y tú, de esta forma notaras como no habrá nada que te pueda desenfocar, una vez que te encuentres allí, has lo siguiente:
1) Repite en voz alta lo que estás leyendo, esto va a ayudarte a retener la información en tu cerebro, puedes repetirlo de 2 a 3 veces.
2) Escribe, esto te ayudará a memorizar mejor, de esta manera te vas a familiarizar con lo que estás leyendo.
3) Medita, la meditación es un hábito que todo cristiano debe desarrollar en su vida.
Es sumamente importante que en tu corazón guardes la palabra de Dios y aprendas de ella, siempre hay un versículo, un capítulo o un libro que va a marcar tu vida, y recuerda todo, es sencillo siempre y cuando tengas disposición en lo que haces o vayas a realizar.
Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
Aquel, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.
Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.
si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.
Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios.
Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Él respondió y dijo: Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.